En Big Food Madrid se han reunido presentaciones, a priori, sencillas que gracias al diseño se convierten en negocios atractivos tanto de sabor como visualmente. “Lo enriquecedor de esta iniciativa es que hay propuestas que van de lo más concreto a lo más global”.
Matadero Madrid fue el anfitrión de una de las citas clave para todos los amantes de la gastronomía y el diseño. De la unión de ambos nace Big Food, una experiencia de innovación culinaria que va de lo concreto a lo más abstracto. Ubicado en la Central de Diseño del recinto y organizada por la Asociación Diseñadores de Madrid (DIMAD), los asistentes disfrutaron de un recorrido por diferentes puestos donde la diversidad cultural, el toque personal de los cocineros y diseñadores y la música de fondo fueron los protagonistas.
“Potenciar la visibilidad de los negocios gastronómicos”, es, en palabras de Jesús Sotelo -responsable de Big Food Madrid- uno de los objetivos principales de esta cita. “Queremos poner en valor cómo el diseño ayuda a restaurantes y a chefs a llevar sus propuestas a un nivel superior”. En efecto, ya no basta únicamente con ofrecer un buen producto. En Big Food Madrid se han reunido presentaciones, a priori, sencillas que gracias al diseño se convierten en negocios atractivos tanto de sabor como visualmente. “Lo enriquecedor de esta iniciativa es que hay propuestas que van de lo más concreto a lo más global”.
Hamburguesas de ternera, pinchos de cordero ahumado, brochetas que unen tomate natural con fruta y cebolla o propuestas de la comida japonesa de siglos pasados son sólo un pequeño anticipo de todo lo que el público ha podido degustar en esta fiesta particular de la gastronomía. Diferentes técnicas de preparación, ingredientes de todos los rincones del mundo… Lenguajes inventados que dan como resultado una fusión de sabores complementados por el diseño de las propuestas. Tanto es así que al recorrer los diferentes puestos encontramos la definición personificada que se asocia a Big Food Madrid: una cocinera brasileña que estudió en Suiza y trabajó en Euskadi.
Big Food Madrid ofreció la posibilidad de participar en maridajes de cervezas gourmet. Concretamente, la cerveza Ambar, con 115 años a sus espaldas, combinó la esencia de la cerveza al probar diferentes platos, sin perder su sabor y tampoco haciendo desaparecer el gusto de la tapa. Lager, ale o tostada, de cebada o de trigo fueron otros estilos que pudieron degustarse. Talleres, show cooking, contenidos online y mercado de comida gourmet y diseño fueron otras de las aportaciones de la jornada.
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