Llamamos hábitos saludables a todas aquellas conductas que tenemos asumidas como propias en nuestra vida cotidiana y que inciden positivamente en nuestro bienestar físico, mental y social. Determinan la presencia de factores de riesgo y/o de factores protectores para el bienestar.
Los estilos de vida/hábitos de vida saludables tienen gran importancia en la promoción de la salud y en la prevención de la enfermedad mental en general, no solo en la depresión.
Una investigación llevada a cabo por médicos y científicos de varias instituciones descubrió que valorar lo que se tiene y ser más agradecido, podría ser la clave para ser más feliz, tener una vida saludable y mejorar las relaciones en general.
Valorar los logros
Si bien la mayoría de los consejos tienden a indicar que, si alguien quiere ser feliz y tener una vida saludable a todo nivel, debe olvidar las cosas negativas que le han pasado. Pero los investigadores de la Universidad de California descubrieron que, lo contrario, también puede resultar útil.
Tomarse un tiempo para recordar los desafíos que se han logrado superar, puede aumentar los sentimientos de gratitud hacia lo que se ha conseguido y afirma la autoestima. La clave es centrarse en valorar el progreso que se ha hecho, en lugar de darle demasiada importancia a los fracasos. Lo que sí es aconsejable desterrar, para vivir sano, física y mentalmente, es el rencor.
La fórmula de la felicidad es única
Cada individuo es feliz según su propia fórmula, que es personal e intransferible. Hay actividades, comidas, estímulos, que pueden hacer inmensamente felices a algunos y en otras personas tener el efecto contrario o nulo. El secreto está en defender la libertad de cada uno, de ser feliz a su manera (sin dañar o faltar el respeto a nadie) y no imponerla a los demás.
Agradecer cada día algo a alguien
Un estudio que realizó la Universidad de Minnesota descubrió que, las parejas, amigos, colegas laborales y familias, que con frecuencia muestran gratitud mutua, tienen relaciones personales mucho más satisfactorias. Porque esta actitud crea un circuito de retroalimentación, que cimentará aún más la confianza, el respeto y el cariño.
Felicidad contagiosa
Reflexionar sobre aquellas cosas por las que se puede estar agradecido, no tiene por qué ser una actividad solitaria. Los estudios han demostrado que, compartir las experiencias positivas con amigos, pareja o familiares, fortalece la relación que se tiene con ellos.
Esto se debe a que, las emociones suelen ser contagiosas. Si alguien está satisfecho y comparte este sentimiento, hace que los demás también se sientan bien. Un caso típico es el de contar un chiste, la sensación de bienestar que produce la risa conjunta, es magnífica.
Empezar YA es la solución
La parte más difícil de practicar la valoración de las cosas que se tienen y ser agradecido con los seres queridos y consigo mismo, es dar el primer paso. Hay varias formas de hacerlo: imponerse un determinado momento para reflexionar a quién y por qué agradecer, tomar como indicador para hacerlo cierta situación, persona o elemento que lo recuerde, etc.
Para tener una vida saludable es imprescindible tomar las riendas y decidir qué es exactamente lo que se quiere. Resulta de la mayor importancia que cada individuo sea consciente de que ser feliz, tener buena salud, practicar ejercicios o comer alimentos nutritivos y frescos es, salvo excepciones, una elección personal y diaria.