Avena integral: ‘clave’ para una dieta saludable. El salvado de avena y la avena integral se utilizan para combatir la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes. Además de los problemas digestivos tales como el síndrome del intestino irritable (SII), la diverticulosis, la enfermedad inflamatoria del intestino, la diarrea y el estreñimiento.
Se usan también para prevenir las enfermedades cardiacas, los cálculos biliares, el cáncer del colon y el cáncer de estómago», subraya la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Según los expertos, un adecuado consumo de avena también se relaciona con una reducción del colesterol sanguíneo. Lo cual podría jugar un papel de gran importancia en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Además, la avena ayuda a disminuir los niveles de la lipoproteína de baja densidad (LDL) o ‘colesterol malo’. Y a aumentar ligeramente los niveles de lipoproteína de alta densidad (HDL) o ‘colesterol bueno».
Conozcamos a la avena
Pero, ¿qué es la avena? Se trata de un cereal de grano entero (granos que conservan las tres partes que los componen: germen, endospermo y salvado), con un valor energético de 361 kilocalorías por cada 100 gramos.
Es fuente de proteínas de bajo coste y posee un alto contenido en fibra. Presenta un contenido en hidratos de carbono inferior al resto de cereales (básicamente en forma de almidón). Y un aporte de lípidos superior al resto, aportando ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados (presentes en el endospermo, parte interna de la planta), consideradas como ‘grasas saludables’.
En cuanto a los micronutrientes, la avena posee un alto contenido en hierro, magnesio, zinc, fósforo, tiamina (vitamina B1), vitamina B6 y folatos. Además de ser una importante fuente de potasio y de vitamina E.
El consumo de avena ecológica aporta al organismo una serie de componentes bioactivos como ácidos fenólicos, flavonoides y fitoesteroles. Asimismo, contiene dos tipos de fitoquímicos únicos de este alimento: las avenantramidas y las saponinas esteroidales. por ello se recomienda su consumo para tener una vida saludable.
Fibra
La avena destaca especialmente por su contenido en fibra. Especialmente es rica en beta glucanos, polisacáridos componentes de la fibra dietética, resistentes a la absorción y digestión en el intestino delgado y fermentados en el colon.
Los beta-glucanos pueden ayudar a controlar la glucosa en sangre en niveles fisiológicos y el colesterol sérico. Además, contiene magnesio, que actúa como cofactor enzimático en el metabolismo de la glucosa y de la insulina.
Asimismo, añade que los beta-glucanos incrementan la producción de ácidos grasos de cadena corta, especialmente de ‘propionato’, disminuyendo los niveles de colesterol en sangre. También dice que se ha encontrado disminución en los niveles de triglicéridos gracias al consumo de este cereal.
Por otro lado, en pacientes con sobrepeso y obesidad que padecen síndrome metabólico, también se ha visto que la fibra de la avena podría ayudar en la mejora a la tolerancia a la glucosa, así como en la sensibilidad a la insulina. Además, el consumo de avena se asocia a una ligera disminución de peso corporal e IMC (Índice de Masa Corporal).
Anticancerígena
Se ha demostrado que la avena retrasa el crecimiento de líneas celulares de cáncer e induce a la muerte celular de las mismas. Algunos de los micronutrientes y compuestos no nutritivos presentes en la avena benefician distintos procesos metabólicos esenciales para el organismo. La vitamina E es un compuesto antioxidante conocido por proteger al cuerpo de los efectos de los radicales libres y jugar un papel importante en la prevención de enfermedades.
Los compuestos fenólicos que contiene también tienen efectos beneficiosos por ser potentes antioxidantes. Pero hay más aún, ya que varios estudios han demostrado que dichas sustancias también mejoran la función endotelial y la señalización celular. Y poseen relevantes propiedades antiinflamatorias.
Por su contenido en avenantramidas (AVAs), unos antioxidantes presentes en la avena, se ha visto que estos tienen una actividad antioxidante de 10 a 30 veces mayor que la de otros compuestos fenólicos. Además, indica que estos tienen propiedades antiinflamatorias y antiaterogénicas. Y de igual forma, ayudan a controlar la presión arterial al producir óxido nítrico, que actúa como vasodilatador. Avena integral: ‘clave’ para una dieta saludable.