Las barritas energéticas o de cereales, que se promocionan como una alternativa rápida y “saludable” para saciar el hambre o complementar la dieta, en realidad son, en la mayoría de los casos, una opción poco recomendable desde el punto de vista nutricional.
Aunque su imagen está asociada al deporte, la vida activa o la alimentación equilibrada, la evidencia científica demuestra que muchas de estas barritas contienen altos niveles de azúcar, grasas saturadas y aditivos, lo que las aleja de ser un alimento sano.
El principal problema es que se presentan como un snack “fitness” o “natural”, lo que puede generar falsa sensación de salud y favorecer su consumo habitual.
¿Qué hay detrás de las famosas barritas «sanas»?
Hay distintos tipos de barritas o snacks, las más comunes son dulces a base de cereales, frutas y frutos secos o chocolates. ¿Son un producto saludable?
Las barritas son cómodas, fáciles de conservar y transportar y pueden ser un tentempié socorrido, pero ni son un producto healthy, ni muy nutritivo, ni la mejor alternativa. En general tienen mucho azúcar y, sobre todo, aditivos y otros ingredientes propios del producto ultraprocesado que son.
Por lo general las barritas son muy dulces ya que de media aportan un 26% de azúcar lo que quiere decir que ¼ de la barrita es azúcar; incluso hemos llegado a encontrar barritas donde la mitad es azúcar.
Por ello, la recomendación es previamente leer la lista de ingredientes y asegurarse que el azúcar o lo jarabes no están en las primeras posiciones. Aunque parezca paradójico, las barritas de chocolate no son las más dulces (muchas de ellas están edulcoradas): los mayores niveles de azúcar se encuentran en las de frutas y frutos secos.
Muchos aditivos… innecesarios
En la lista de ingredientes de algunas barritas de cereales se pueden leer hasta 7 aditivos. ¡Un auténtico «cóctel de Es»! Lo cierto es que son muchos, y a menudo innecesarios: la prueba está en que es posible encontrar barritas sin aditivos. Esto es lo que sucede con las barritas compuestas únicamente de frutos secos o de frutas y frutos secos, no tienen aditivos.
No solo importa la cantidad, sino también la seguridad. Hay aditivos cuyo uso es completamente aceptable, pero también se ha identificado la presencia de ciertos agentes de textura cuyo uso se valora como «no recomendable».
Si se vuelve la atención a la lista de ingredientes de nuevo, es fácil comprobar cómo en algunas barritas se incluyen sustancias que nada se parecen a lo que se guarda en la alacena de la cocina. Se trata de aromas, jarabes de fructosa o de azúcar invertido.… Todo ello revela que se trata de productos con un alto grado de transformación, es decir ultraprocesados.
Afortunadamente, es posible encontrar barritas con una lista de ingredientes bastante corta, como las ya mencionadas barritas compuestas únicamente de frutos secos o de la combinación de fruta y frutos secos.
Cuanto más sencillas, mejor
Afortunadamente, las barritas son pequeñas, con lo que la cantidad total de azúcar o grasas en una ingesta no puede ser muy elevada.
De hecho, se podría decir que lo que salva a las barritas de cereales es eso, que son barritas, es decir de tamaño pequeño: todo se ingiere en menor cantidad y su implicación, sobre todo nutricional, es menor.
La recomendación es que, aunque parezca pequeña, lo mejor es limitarse a una sola barrita. Y puestos a elegir, mejor decantarse por una barrita de las más simples, de las que tienen solo frutos secos, y evitar preferiblemente las de chocolate.
Los nutricionistas recomiendan reservar este tipo de productos solo para situaciones puntuales, como actividades deportivas intensas o emergencias alimentarias, y optar siempre por versiones sin azúcares añadidos ni aceites hidrogenados.
En definitiva, las barritas no son el sustituto ideal de un desayuno o una merienda equilibrada. Su consumo frecuente puede contribuir al aumento de peso, al descontrol glucémico y a una mala relación con la comida. ECOticias.com