Durante más de una década, la organización internacional Veganuary ha animado a personas de todo el mundo a comenzar el año probando una dieta totalmente vegetal durante un mes. Junto con esta propuesta, la iniciativa destaca que elegir productos orgánicos fortalece aún más la sostenibilidad.
Desde 2014, Veganuary promueve la alimentación vegana como una forma de avanzar hacia una sociedad más saludable, justa y sostenible, contribuyendo a la reducción de las emisiones de CO₂ y al ahorro de millones de litros de agua, a la vez que reduce el daño a los animales.
Para su edición de 2026, la campaña se aleja de la idea de convertirse en una «mejor» persona en el nuevo año y, en cambio, enfatiza que un cambio significativo no requiere una transformación radical, bajo el lema «Año nuevo, sigues siendo tú».
Veganuary 2026: una invitación global a cambiar la alimentación sin dejar de ser tú
Como todos los años, desde hace más de una década, la organización internacional Veganuary anima a todas las personas a comenzar el año probando el veganismo durante un mes, es decir, practicando una alimentación 100% vegetal. Nosotros añadimos que, además de ser vegana, la mejor opción es la ecológica.
Veganuary lleva desde 2014 trasladando su objetivo de avanzar hacia una sociedad más saludable, sostenible y justa para todos, en concreto proponiendo ser veganos por un mes, ahorrando así la emisión de toneladas de CO2 y millones de litros de agua, una iniciativa que plantea una de las propuestas que podrían tener un mayor impacto positivo para las personas, el planeta y los animales.
Veganismo por un mes para reducir la huella ambiental
En esta nueva edición 2026 la organización internacional propone romper con la narrativa habitual que empuja a la gente a convertirse en alguien “mejor” en el nuevo año, cambiando el discurso y afirmando que no hacen falta grandes transformaciones para dar pasos hacia una alimentación coherente con los propios ideales.
De este modo, bajo el lema “Año nuevo, siempre tú”, invita a descubrir que pequeños cambios en nuestra alimentación no son sino el reflejo de los valores que ya forman parte de nuestra vida diaria. «Muchas de las personas que se preocupan por la crisis climática ya reciclan, evitan viajar en avión o apoyan iniciativas ecológicas.
Lo que proponemos no es que se conviertan en alguien distinto, sino que lleven esos valores también al plato.
Introducir más opciones vegetales y sustituir algunos productos de origen animal por alternativas a base de plantas es una de las formas más efectivas de reducir nuestra huella de carbono sin dejar de ser quienes somos ni renunciar a nuestra vida cotidiana», explica Estefanía Lozano, directora interina de Veganuary en España.
Pequeños gestos con un gran impacto climático
Nosotros añadimos que, para que el plato sea realmente sostenible, el producto tiene que ser, además de vegano, ecológico y certificado. Si los productos consumidos proceden de la agricultura industrial, por mucho que sean veganos, no son del todo sostenibles.
Quizás es mejor que, aunque la persona no se convierta en vegana, sí puede dar un paso enorme hacia la sostenibilidad real, optando por una alimentación ecológica certificada, principalmente de origen vegetal, pero también local, lo más artesana posible y sin productos altamente procesados.
El enfoque fomenta la incorporación de más alimentos de origen vegetal y la sustitución de algunos productos animales por alternativas vegetales como una de las maneras más efectivas de reducir la huella de carbono individual.
Para garantizar una sostenibilidad real, el mensaje también destaca la importancia de los alimentos orgánicos y certificados, priorizando las opciones producidas localmente, mínimamente procesadas y en gran medida de origen vegetal. Seguir leyendo en ECOticias.com
