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martes, junio 6, 2023

El peso de la nutrición, consejos y claves por ECOSUR

La nutrición está a la orden del día, encontramos noticias relacionadas con este tema en periódicos, programas de televisión, radio.

Hace unos días nos despertábamos con una terrible noticia: “La humanidad ha engordado 6 kilos por persona desde 1985”, de acuerdo con un artículo (https://www.nature.com/articles/s41586-019-1171-x) publicado en la revista Nature ¡Qué mejor que el Día Nacional de la Nutrición para hacer una reflexión sobre esta afirmación!

La nutrición está a la orden del día, encontramos noticias relacionadas con este tema en periódicos, programas de televisión, radio… Recibimos tanta información sobre nutrición que, a veces, nos resulta difícil distinguir cuál es de calidad y cuál no. Este hecho es, en parte, responsable de este aumento de peso generalizado en la sociedad.

Los productos light y 0%

Por ejemplo, durante mucho tiempo nos contaron lo malas que son las grasas y las calorías. Entonces aparecieron los productos light y/o los 0% que nos permitían, a priori, comer de estos “alimentos prohibidos” sin engordar o sin perjuicio para nuestra salud. Sin embargo, no nos contaron que las grasas, entre otras cosas, proporcionan sabor a la comida además de ayudar a saciarnos antes.

Entonces los supermercados se llenaron de productos que prometían ser saludables pero que, en realidad, suplían grasa, sabor y calorías por azúcar. Además, como estos productos se suponía que tenían menos calorías que su versión original comíamos más, por lo que, al final del día, ingeríamos más calorías de las recomendables.

“Sin azúcares añadidos”

Después descubrimos lo dañino que era el azúcar y los envases de comida se llenaron de mensajes de “sin azúcar” o “sin azúcar añadida”, y se recurrió a sinónimos o edulcorantes del tipo maltodextrinas, zumos de frutas, dextrosas, jarabes, jugos¸ sacarinas… Volvía a repetirse el fenómeno anterior. La sociedad asumía que estos eran alimentos más saludables, al no llevar azúcares añadidos, y se disparó su consumo. Ahora sabemos que estos edulcorantes artificiales son perjudiciales para la biodiversidad de nuestra microbiota intestinal.

Sin embargo, sabemos que los alimentos integrales, así como los probióticos y las legumbres, son beneficiosos para esta microbiota intestinal, así como para el tránsito. Al igual que sabemos que los cereales refinados no son una buena opción. ¿El resultado? Nuestras tiendas se llenan de cereales, pastas y panes integrales que, al final, resultan no ser realmente integrales.

Dedicamos más tiempo a hacer la compra

Sí, cada vez sabemos más de nutrición, pero eso no quiere decir que la elección a la hora de la compra sea más sencilla. Al contrario, de acuerdo con el anuario de la alimentación editado por Mercasa (https://elpais.com/economia/2013/11/12/actualidad/1384288448_397864.html), dedicamos un 10% más a la hora de hacer la compra. Este aumento es, en parte, debido al tiempo que dedicamos a analizar la lista de ingredientes y al etiquetado nutricional de cada producto.

Cierto es que desde las instituciones intentan hacernos más sencilla la interpretación de este etiquetado, como es la implantación del NutriScore, un sistema de clasificación de los distintos productos desde la A hasta la E, donde A es lo más saludables y E, lo menos saludable. Eso sí, no exento de polémica. También está empezando a controlar la calidad del pan integral.

“Comer mal es muy barato”

Por otro lado, existe la mentalidad de que “comer sano es caro”, sin embargo, no es así. La afirmación correcta debería ser “comer mal es muy barato”. Las distintas superficies se llenan de productos de bajo coste con mucho sabor y respaldados por potentes estrategias de marketing. Además existe la filosofía del “consumo moderado” dónde nadie ha definido qué es consumo moderado u ocasional, ¿una vez al año? ¿Al mes? ¿A la semana? Queda al criterio del consumidor.

El sello ecológico, la distinción de lo bio

Por último, surge la revolución ecológica. En estos últimos años aumenta con rapidez la demanda de los productos ecológicos caracterizados por su filosofía natural, su mayor concentración de nutrientes y la eliminación de pesticidas. Desde la industria, esto ha dado lugar a utilizar el concepto de natural, sin conservantes o tradicional, como reclamo de productos que no están certificados. No es lo mismo natural, a secas, que ecológico. El producto ecológico es natural, por supuesto, y, además, se obtiene según rigurosas técnicas que respetan el medio ambiente, suele ser más saludable y nutritivo y suele tener mayor sabor. ¡Una vez más, debemos insistir en la importancia del etiquetado, donde debe identificarse el sello europeo de producto ecológico!

Como vemos, la nutrición no sólo es importante en su Día Nacional, sino que forma parte de nuestro día a día, tanto en adultos como en niños. En la actualidad, los niños aprenden en los colegios la famosa Pirámide de la Alimentación Saludable, lo que es un plato saludable, o de qué se componen los distintos alimentos, con la esperanza de revertir los datos de sobrepeso en estas edades. Cierto es que, de acuerdo con los últimos datos extraídos Del estudio ALADINO DEL 2015, está surtiendo efecto.

Esperemos también que estas últimas medidas adoptadas en relación al etiquetado y el pan integral ayuden a bajar estos kilos de más que hemos ido cogiendo en los últimos 35 años.

Elena Felipe. Nutricionista de Ecosur

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