El comercio ilegal de mascotas de perros y gatos dentro de la UE es un sector muy rentable económicamente. Valorado en más de 1.300 millones de euros al año, está plagado de actividades fraudulentas que ponen en peligro la salud y el bienestar animal. Y además comprometen la salud pública, socavan la protección de los consumidores y distorsionan el mercado interno local, nacional y comunitario.
Las Direcciones Generales de la Comisión Europea, las organizaciones no gubernamentales de la UE y Europol les han prestado a estos riesgos la atención que merecen a nivel de la UE. Y lo han hecho a través de un Plan de Acción coordinado.
La venta de perros y gatos está creciendo cada vez más a través de plataformas online y redes sociales. De hecho, hay una estimación que apunta a que alrededor del 60% de los propietarios de perros y gatos compran su mascota a través de Internet. Esto implica aproximadamente a 4,8 millones de perros y 1,2 millones de gatos.
Registro obligatorio para evitar el comercio ilegal de mascotas
La nueva propuesta para el Reglamento sobre el bienestar de perros y gatos y su trazabilidad busca acabar con las operaciones fraudulentas mediante la identificación y el registro obligatorios de los perros y gatos que circulan en el mercado interior de la UE.
La falta de aplicación de la ley es un problema importante debido a que al comercio ilegal de mascotas no se le da la prioridad que este requiere. A pesar de que presenta todas las características de ser un ejemplo claro de crimen organizado.
Existe una necesidad imperiosa de que exista un sistema de cooperación colectiva y estructurada más profunda a nivel de la UE. El mismo debe contar con la colaboración de las fuerzas del orden, las autoridades tributarias aduaneras, los magistrados, las instituciones y agencias europeas y el sector privado. Y si están implicados terceros países, con las organizaciones internacionales que correspondan.
El Plan de Acción también ha descubierto que hay un grave problema con las sanciones. Puesto que resultan ineficaces, desproporcionadas y no disuasorias para este tipo de prácticas fraudulentas. Ya que subestiman las grandes cantidades de dinero que se mueven a través del comercio ilegal de mascotas.
Los animales de compañía trasladados con fines comerciales a la UE desde países no pertenecientes a la UE deben declararse ante las autoridades aduaneras para evitar la evasión fiscal. Se ha descubierto que los movimientos comerciales se disfrazan en gran medida de viajes privados. Y, por tanto, no se declaran a efectos aduaneros, lo que hace que el origen de los animales no sea verificable.
Comercio ilegal de mascotas: un negocio ilícito que crece
Otros hallazgos inquietantes apuntan a la existencia de tráfico ilegal de perros a través de refugios. Por ejemplo, en Rumanía, los animales carecen de los permisos necesarios y se han verificado datos incorrectos en los certificados sanitarios de los pasaportes. Esto pone de relieve la necesidad de incluir a los refugios para animales en el ámbito de aplicación del nuevo Reglamento.
Los principales proveedores de animales comercializados ilegalmente dentro de la UE son Rumania y Hungría. Y desde fuera de la UE proceden de Turquía, Serbia, Ucrania, Rusia y Bielorrusia. El 45% de los casos estudiados por el Plan de Acción procedían de países no pertenecientes a la UE.
Las ideas de este Plan de Acción de la UE deberían utilizarse para implementar controles más específicos y eficaces que eviten el comercio ilegal de mascotas. Además de sanciones más estrictas, una aplicación efectiva de la ley y la necesidad de regulaciones unificadas en los Estados miembros.
Se debería prestar especial atención al comercio ilegal de mascotas online. Para lograrlo se necesitaría una mayor colaboración entre todas las autoridades nacionales pertinentes (veterinarias, aduaneras, policiales y judiciales).
También sería de gran importancia la realización de campañas de sensibilización pública. El objetivo de las mismas es que los consumidores posean la información necesaria como para tomar decisiones responsables y consientes. Y no contribuyan de manera consciente o inconsciente al comercio ilegal de mascotas.