Cada vez, las olas de calor se prolongan durante más días, alcanzan temperaturas récord en diversas regiones y afectan a un mayor número de personas vulnerables, como ancianos, enfermos crónicos y trabajadores expuestos al aire libre.
Tal y como han informado desde el Ministeri de Sanidad, este año, mortalidad atribuida al calor y a los episodios de calor extremo se disparó de manera significativa en comparación con 2024, consolidando la tendencia ascendente que los expertos en salud pública y cambio climático venían advirtiendo en los últimos años.
Un calor que está detrás de muchas cifras de mortalidad en España
El Ministerio de Sanidad ha publicado el informe final de la campaña 2025 del Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud, en vigor desde 2004. El análisis abarca el periodo comprendido entre el 16 de mayo y el 30 de septiembre.
Durante este verano se han registrado 870 episodios de nivel 3 (alto riesgo por calor extremo), lo que representa un incremento del 73% respecto al mismo periodo de 2024, cuando se notificaron 501 episodios. El total de niveles de riesgo activados fue de 5.178, lo que supone un 20,6% de los días del verano con, al menos, una zona meteosalud en situación de riesgo térmico, mientras que el 79,38% correspondieron a situaciones sin riesgo (nivel 0).
El informe también confirma 25 fallecimientos por golpe de calor, registrados en distintos puntos del territorio nacional. En la mayoría de los casos, las personas afectadas presentaban factores de riesgo (como enfermedades crónicas o uso de medicación sensible al calor), condiciones de exposición laboral o de ocio, y situaciones sociales vulnerables, como vivir solas o en viviendas sin climatización. El perfil de los casos incluye tanto a personas mayores con enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas, como a personas más jóvenes expuestas al calor en entornos laborales o actividades recreativas.
Estimaciones del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria
Según los últimos datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), durante el periodo comprendido entre el 16 de mayo y el 30 de septiembre de 2025 se estimaron 3.832 fallecimientos atribuibles al exceso de temperatura en España. Esta cifra refleja el impacto global del calor sobre la salud pública, más allá de los casos clínicamente confirmados de golpe de calor.
El análisis por edad revela que el 95,98 % de los fallecimientos se produjeron en personas mayores de 65 años, y que más de la mitad (65,29%) correspondieron a mayores de 85 años. Por sexo, fallecieron 2.276 mujeres (59,39%) y 1.556 hombres (40,61%). En cuanto a la distribución temporal, el impacto más alto, se registró en agosto, con 2.184 muertes, seguido de julio (1.060), junio (407), septiembre (173) y la segunda quincena de mayo (8). En 2024, el Sistema MoMo estimó 2.042 muertes vinculadas al exceso de calor frente a los 3.832 de este verano, lo que supone un aumento del 87,6%.
Aunque estas estimaciones reflejan el fuerte impacto del calor en la salud de la población, es importante recordar que no se corresponden con diagnósticos clínicos individuales, sino con un exceso de mortalidad calculado a partir de modelos estadísticos, por lo que los valores aún podrían ser revisados en próximos informes oficiales.
En definitiva, el fuerte incremento de la mortalidad atribuida al calor en 2025 (en casi un 96% en personas de más de 65 años) constituye un serio aviso de los riesgos que se avecinan si no se intensifican las políticas de mitigación y adaptación frente al cambio climático. ECOticias.com