Si bien estas acciones de mitigación requieren una respuesta conjunta y coordinada a nivel internacional, también deben ser definidas e implementadas a nivel nacional o subregional, pues los impactos y las vulnerabilidades son específicos de cada lugar.
A ello responde el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático aprobado por el Gobierno a finales de septiembre, con el que se cumple el objetivo fundamental de dar cumplimiento y desarrollar -a nivel de Estado español- los compromisos que nuestro país ha adquirido en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y en la Unión Europea.
El referido Plan es actual marco general de referencia para las actividades de evaluación de impactos, vulnerabilidad y adaptación al cambio climático. Las distintas opciones y acciones que se plantean son sectoriales (relativas a un sector específico), multisectoriales (relativas a dos o más sectores conjuntamente), regionales y transversales y horizontales (sirven para mejorar la adaptación global). Nos centraremos en el sector de la ordenación del territorio y del urbanismo.
Las estrategias de ordenación del territorio y los planes urbanísticos deben prestar una atención especial a la información climática y a los efectos del cambio climático. El Plan plantea que las propuestas de ocupación y distribución de los distintos usos y actividades (núcleos poblacionales, actividades económicas, infraestructuras, dotaciones …), tengan entre sus objetivos impedir y prevenir la degradación de los recursos naturales con influencia negativa sobre el clima, a la vez que tengan en cuenta el mejor aprovechamiento y adaptación a las características del clima y a los efectos del cambio climático.
Se critica severamente el urbanismo extensivo que se está desarrollando en nuestro país por cuanto que plantea problemas de aumento del uso de recursos por vivienda, mayor consumo de agua, de energía y mayores necesidades de transporte, por lo que genera impactos negativos que afectan y condicionan otros sectores.
Dentro del espacio urbano, se apuesta ciertamente por las actuaciones de regeneración urbana. El documento evidencia la necesidad de actuar sobre las zonas que pueden verse más directamente afectadas por los cambios climáticos como las zonas verdes (parques y jardines), y aquellas redes e infraestructuras públicas destinadas al ocio y esparcimiento al aire libre de los ciudadanos. En la edificación, la repercusión de los cambios climáticos conlleva nuevas necesidades para atender los aspectos de habitabilidad de los edificios, que requieren instalaciones de climatización y ventilación que, a su vez, repercuten sobre el clima de la localidad.
El conocimiento de los datos climáticos relacionados con el viento, la lluvia la nieve, la temperatura y humedad, la radiación solar, resultará necesario para la elaboración de la normativa técnica sobre edificación que considere la situación climática de la localidad donde se ubican los edificios con el fin de poder dar satisfacción a las nuevas necesidades de habitabilidad y climatización de los núcleos urbanos.
Por todo ello, se llevarán a cabo en el desarrollo del Plan Nacional de Adaptación las siguientes medidas:
- Desarrollo de estudios que permitan la elaboración de normas que
conduzcan al aprovechamiento óptimo de las condiciones climáticas proyectadas en los sectores urbanístico y de la construcción.
- Desarrollo y promoción de la bioconstrucción, especialmente en todos los edificios públicos
- Evaluación de las nuevas necesidades de las especies y variedades vegetales de parques y jardines bajo distintos escenarios de cambio climático
- Evaluación del impacto del urbanismo extensivo sobre los sectores de transporte, de recursos hídricos y consumo de energía por vivienda.
El Plan plantea proporcionar de forma continua asistencia a todas aquellas Administraciones y organizaciones interesadas –públicas y privadas- con el fin de evaluar los impactos del cambio climático en España en este sector referido a la ordenación de usos y actividades en el suelo y su afección a otros sectores, facilitando los conocimientos y los elementos, las herramientas y los métodos de evaluación disponibles, con objeto de promover procesos de participación entre todos los involucrados que conduzcan a la definición de las mejores opciones de adaptación al cambio climático.
En definitiva, en lo referente a este sector, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático persigue la integración de la adaptación al cambio climático en la planificación territorial y urbanística, así como en el sector de la edificación.
Autor: Víctor M Moralo Iza, socio del Área Urbanismo y Medioambiente de ECIJA