El cambio climático tiene un impacto profundo y multifacético en las montañas, afectando tanto su ecosistema como a las comunidades humanas que dependen de ellas. Uno de los efectos más evidentes es el deshielo de glaciares y nieves permanentes debido al aumento de las temperaturas globales.
Esa pérdida de hielo y nieve, junto con cambios en la vegetación, puede aumentar la vulnerabilidad a deslizamientos de tierra y erosión de los suelos, poniendo en riesgo comunidades y ecosistemas de la zona.
Como consecuencia, se pierde en ecosistemas y se alteran actividades humanas relacionadas con la agricultura o el turismo. Un impacto que se ha analizado gracias a un estudio que se ha llevado a cabo en la zona de Sierra Nevada (Granada) donde se han tomado muestras para ver ese impacto de la emergencia climática a esta altura.
Sierra Nevada, a la vanguardia del estudio del impacto del cambio climático
Diez equipos multidisciplinares formados por científicos, voluntarios, montañeros y técnicos han tomado muestras en las lagunas glaciares de Sierra Nevada que servirán para proporcionar datos clave sobre el impacto del calentamiento global en ecosistemas de alta montaña. Este muestreo se enmarca en la sexta edición de las jornadas de ciencia ciudadana ‘Lagunas de Sierra Nevada’, un evento organizado por la Universidad de Granada (UGR) y el Espacio Natural de Sierra Nevada (ENSN).
La edición de este año ha reunido a más de 60 participantes, entre investigadores, montañeros voluntarios y técnicos del ENSN en una propuesta que une ciencia, gestión ambiental y participación ciudadana.
Además, se ha rendido homenaje a tres pioneros del estudio limnológico en Sierra Nevada durante la década de los 80: los catedráticos Luis Cruz Pizarro y Rafael Morales Baquero, del Departamento de Ecología, y Pedro Sánchez Castillo, del Departamento de Botánica, todos ellos de la Universidad de Granada. Sus investigaciones sentaron las bases de numerosas líneas de trabajo que hoy colocan a Sierra Nevada en la vanguardia del estudio del cambio global.
Investigadores de las Universidades de Granada y Barcelona, el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT) y el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), han presentado los objetivos científicos de diversos proyectos colaborativos. Entre ellos destacan BIOARK (UGR), que busca crear un banco de biodiversidad microbiana a partir de los microorganismos procedentes de las lagunas, y CIANOMONT (CEAB-CSIC), centrado en evaluar los riesgos ecológicos de la proliferación de cianobacterias en lagos de parques nacionales.
Las jornadas han servido además para que diez equipos multidisciplinares se hayan desplegado por los principales valles de Sierra Nevada para muestrear una selección representativa de lagunas glaciares.
Las muestras obtenidas serán analizadas en los laboratorios del Instituto del Agua (UGR), IACT, CEAB y la Universidad de Barcelona para ofrecer datos clave sobre el impacto del calentamiento global sobre el funcionamiento ecológico de estos ecosistemas de alta montaña.
Los organizadores han destacado el papel esencial de la ciencia ciudadana en este tipo de entornos ya que, pese a los avances tecnológicos, el trabajo de campo sigue siendo imprescindible para validar mediciones satelitales y de sensores remotos. La colaboración de montañeros voluntarios permite acceder a zonas remotas donde se ubican las lagunas, verdaderos laboratorios naturales del cambio global. EFE / ECOticias.com