La complejidad de los ecosistemas terrestres puede contradecir los conceptos humanos. Bajo la nomenclatura “desierto”, se distinguen extensiones áridas y, por lo general, extremadamente calurosas de tierra. Pero nunca falta una excepción a la norma: con el término desierto se conoce, asimismo, al continente más frío del planeta, la Antártida, porque una temperatura muy baja también da lugar a un entorno seco, infértil y despoblado.
El desierto antártico o el desierto blanco
A la Antártida se le conoce como desierto antártico, desierto blanco o desierto polar. El penúltimo gracias a que permanece cubierto de nieve con una temperatura que puede alcanzar en la temporada de invierno los -90°C, aunque últimamente se ha visto un nuevo color en esta zona. Cuando no roza esta cifra, su temperatura ronda los -60°C y -70°C, de acuerdo con la ubicación del territorio ya que aquella puede variar en el interior de éste, informa National Geographic.
En verano la situación “parece mejorar”: la temperatura puede alcanzar hasta 15°C en la península, mientras que en el resto del continente suele ser más baja: puede variar entre una media de 0°C en la costa y entre -20°C y -35°C en el interior.
En la parte occidental del continente, la temperatura ha cambiado debido al calentamiento global: según Britannica, las temperaturas invernales medias en la península aumentaron 6° desde 1960.
La Organización Meteorológica Mundial anunció en 2020 que el récord de temperatura máxima en el continente alcanzó los 18.3°C el 6 de febrero, un momento de calor que amenazó la vida de los animales en la Antártida, según National Geographic.
Sus 14,2 millones de kilómetros cuadrados están permanentemente cubiertos de hielo y nieve, lo que lo hace uno de los lugares más áridos del mundo.
Peculiaridades del desierto polar
El clima helado promueve varias de sus características. Es una zona que anualmente recibe menos de 50 mm de precipitación anual, y cuando ésta se da, casi siempre ocurre en forma de nieve. Su vegetación se limita al crecimiento de líquenes, musgos y algunas algas que logran crecer en ciertas áreas específicas.
Alrededor del 98% de su superficie está cubierto de hielo, procurando la mayor reserva de agua dulce en el mundo. Una constante corriente de viento helado azota el continente y dificulta que se pueda desarrollar condiciones de vida. De hecho, en el continente sólo hay bases científicas que funcionan en condiciones extremas, por lo que se descarta la posibilidad de asentamientos humanos permanentes.
Antártida: una mina de valiosa información científica
La complejidad del ecosistema terrestre antártico representa un desafío para los científicos y los exploradores. Su clima frío y árido sin lugar a dudas dibuja un panorama desalentador para la vida humana: el continente más frío del planeta nos da una prueba de los límites de la vida.
Sin embargo, su diversidad y su complejidad albergan valiosa información científica a la que sólo los especialistas pueden y están autorizados a descubrir. Desde 1959, la región está protegida para actividades científicas no militares bajo un régimen internacional.
En 1991, con el Protocolo de Madrid, se prohibió la minería y se realizan evaluaciones de impacto ambiental para nuevas actividades. Gracias a esto, se estableció que es una reserva natural. Últimamente está realizando envíos indeseados como este, pero el ambiente se mantiene prístino.
La Antártida destaca junto a otros desiertos por su tamaño y sus particularidades. Para finalizar, aquí mencionamos algunos polares y algunos cálidos:
- Desierto Ártico: 13,9 millones de km².
- Desierto Arábigo: 2,6 millones de km².
- Desierto de Gobi: 1,3 millones de km².
- Desierto Patagónico: 0,67 millones de km².
- Gran Desierto de Victoria: 0,65 millones de km².
- Desierto de Kalahari: 0,56 millones de km².
- Gran Cuenca: 0,49 millones de km².
- Desierto Sirio: 0,49 millones de km².
- Desierto Antártico: 1,400 millones de km².