Ecosistemas herbáceos en los modelos de cambio climático. El estudio se centra en los ecosistemas herbáceos y proporciona importantes claves para mejorar los modelos matemáticos que pronostican cambios en las sabanas, praderas, pastizales y tundras árticas de nuestro planeta.
«Los ecosistemas forestales tienden a recibir la mayor parte de la atención pública», dijo Wilcox, uno de los principales autores del artículo. “Pero los que están dominados por vegetación no arbórea, llamados ecosistemas ‘herbosos’ constituyen el 40 % de la superficie terrestre de la Tierra. Por lo tanto, nuestra investigación está desempeñando un valioso aggiornamento científico en el ámbito de estos paisajes”.
Los ecosistemas herbáceos proporcionan muchos recursos y servicios necesarios para los humanos. Incluida la producción de alimentos, la supervivencia de muchos agentes polinizadores y el secuestro de CO2. También sirven como hábitat crítico para la biodiversidad.
Todos los ecosistemas importan
De cara al calentamiento global, la mayoría de los científicos se ocupa de predecir que les pasará a los bosques. Aunque también es necesario saber como estos ecosistemas persistirán bajo los próximos cambios climáticos. La investigación de Wilcox sobre modelos del sistema terrestre está ayudando a cerrar esta brecha.
Los científicos utilizan estos modelos para simular los efectos de fenómenos físicos, como sequías y olas de calor, en los paisajes. Las ecuaciones matemáticas en las que se basan se unen para crear miles de líneas de código informático que, en última instancia, proporcionan una abstracción de la realidad.
Estos modelos representan una amplia gama de procesos ecológicos. Como la lluvia que penetrará en el suelo, los insectos que persistan en una sabana o el estrés por calor que causaría la mortalidad de plantas y animales.
«Pero si nuestros modelos no representan con precisión los procesos ecológicos, sus predicciones no tienen sentido», afirmó Wilcox. Un aspecto importante que hay que considerar, explica el científico, es que estos sistemas herbáceos están en constante cambio.
Cada factor es importante
«No podemos simplemente asumir que todos los componentes principales del ecosistema, como las comunidades de plantas, permanecerán sin cambios mientras sigan produciéndose sequías, inundaciones, incendios forestales y olas de calor».
Uno de los mayores desafíos es cómo se representan los pastos. Actualmente, muchos modelos los consideran árboles en miniatura o una especie de «limo verde» que existe en la superficie del planeta.
Los autores dicen que esta representación puede ser parte de por qué los modelos han tenido problemas para coincidir con las observaciones del mundo real en ecosistemas herbáceos. «Una mejor colaboración entre empiristas y modeladores también será clave para mejorar la dinámica herbácea dentro de los modelos de ecosistemas», añade Wilcox.
Implementar estos cambios, dicen los autores, será vital para ayudar a guiar las políticas públicas y la gestión de estos importantes ecosistemas en el futuro. Cuando las sequías y los diluvios sean más frecuentes y extremos, las perturbaciones como los incendios sean más graves y las presiones humanas continúen. Ecosistemas herbáceos en los modelos de cambio climático.
Referencia: artículo publicado en Global Change Biology.












