El calentamiento global es un fenómeno por el cual la exposición del planeta a la radiación solar empeora debido a la alta emisión de gases de efecto invernadero que, según explican y advierten los cientificos desde hace ya muchos años, retienen el calor en la atmósfera.
El dióxido de carbono (CO₂) es el principal gas de efecto invernadero, responsable del calentamiento global y otros problemas relacionados y representa un peligro para el mundo entero. Este gas desempeña un papel particular al retratar la importancia clave del cambio climático que invariablemente influye en el suministro de agua y la producción agrícola.
El calentamiento global presenta desafíos complejos para los organismos y poblaciones acuáticas, así como para otros recursos naturales de vida acuática. Este estudio examina cómo el cambio climático afecta a las especies de agua dulce y marinas en los hábitats acuáticos y ayuda a trazar un mapa orientado a la pesca artesanal.
Calentamiento de los océanos debido a los GEI
Un estudio liderado por investigadores europeos, con participación del Institut Mediterrani d’Estudis Avançats de Mallorca (IMEDEA, CSIC-UIB), ha trazado un nuevo mapa de la pesca comercial ante el calentamiento de los océanos.
La investigación, publicada en la revista Global Change Biology, revela que el cambio climático transformará drásticamente la distribución y abundancia de peces comerciales en los mares europeos durante las próximas décadas, según ha informado este lunes el IMEDEA, con sede en Esporles (Mallorca).
El informe analiza 18 especies clave de alto valor comercial —como el bacalao, la sardina o la llampuga— en siete regiones marinas, desde el Mediterráneo hasta el Ártico. En un escenario de altas emisiones, la biomasa de estas especies podría reducirse en más de un 40 % hacia el año 2100, con importantes consecuencias para la pesca y las economías costeras.
A medida que el planeta se calienta, también lo hacen las aguas costeras, alterando el equilibrio de los ecosistemas marinos. El estudio señala que algunas especies migrarán hacia otras regiones en busca de condiciones más favorables, otras disminuirán drásticamente, y unas pocas podrían prosperar. La pesca, actividad vital para muchas comunidades, se enfrenta así a un futuro incierto.
La investigación ha sido coordinada por el Laboratorio Marino de Plymouth (PML), en colaboración con centros de toda Europa, entre ellos el IMEDEA. A diferencia de estudios anteriores centrados en la biomasa total, este trabajo se enfoca en especies concretas de interés comercial y en escalas regionales, lo que permite anticipar con mayor precisión los impactos del calentamiento en cada zona pesquera.
Modificación de los ecosistemas según las regiones
Los efectos del calentamiento no se distribuirán de forma homogénea. «Aunque el panorama varía según la zona, está claro que habrá especies y regiones que saldrán beneficiadas, y otras que resultarán perjudicadas», ha señalado Sévrine F. Sailley, autora principal del estudio. «Cada especie y cada región experimentará impactos distintos en función de sus características ecológicas y del entorno marino que habitan», ha añadido.
Las conclusiones muestran una tendencia clara: especies de aguas frías como el arenque, el bacalao o el eglefino podrían reducirse drásticamente en el Mar del Norte, con pérdidas de hasta el 80 % en escenarios de calentamiento intenso. Por el contrario, algunas especies de aguas cálidas del Mediterráneo, como la llampuga, podrían beneficiarse si su pesca se gestiona adecuadamente.
Uno de los hallazgos más relevantes es la migración de especies hacia nuevas zonas geográficas, siguiendo sus rangos de temperatura preferidos. Por ejemplo, en el Atlántico Nororiental, el arenque podría desplazarse hasta 400 kilómetros al norte para el año 2100, mientras que en el Mediterráneo los cambios se darían de este a oeste, dependiendo de la especie.
«Estos desplazamientos pueden ser incluso más problemáticos que la caída en la abundancia», ha advertido Sailley. «Obligan a los pescadores a recorrer mayores distancias, lo que implica más costes, más tiempo en el mar y una adaptación forzosa a nuevas especies», ha concluido.
Entre las especies comerciales analizadas, hay 18 poblaciones que podrán verse afectadas por el calentamiento de los océanod en regiones. Arenque del Mar del Norte y del Mar de Barents (Clupea harengus): se proyecta una disminución de biomasa por el calentamiento. Bacalao del Atlántico/Norte del Mar del Norte (Gadus morhua): se anticipa una reducción en su abundancia. Eglefino (Melanogrammus aeglefinus): podría experimentar desplazamientos geográficos. EFE / ECOticias.com