Una triste noticia que pone de evidencia de nuevo la peligrosidad asociada al aumento de las temperaturas por el cambio climático: más de un millar de personas murieron en España en dos meses (entre mayo y julio) debido a ese incremento del mercurio y sobre todo fueron mujeres y mayores de 65 años.
Este es el perfil de las personas que fallecieron por complicaciones agravadas por el calor como informan desde el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Una lamentable cifra que, además, si se compara con las mismas fechas de hace un año, supone un incremento más que significativo ya que en 2024 fallecieron algo más de un centenar de personas por este motivo.
Por comunidades autónomas, las muertes fueron más numerosas en las zonas de Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria.
Las muertes por calor se intensifican en las mujeres y mayores de 65 años
El aumento sin precedentes en las temperaturas ha provocado que cerca de 1.200 personas hayan muerto en el periodo comprendido entre el 16 de mayo y el 13 de julio de este 2025, según ha informado el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La cifra representa una subida del 1.035% con respecto a las 114 muertes que se registraron en 2024 por la misma causa. Además, las muertes atribuidas al calor durante la primera semana del mes de julio revelan una tendencia ascendente en los impactos sobre la salud.
Las víctimas son en su gran mayoría personas mayores de 65 años. Además, mueren más mujeres que hombres por calor, según ha concluido el Ministerio encabezado por Sara Aagesen. La distribución responde tanto a la mayor presencia de mujeres en las edades más avanzadas como a factores fisiológicos que inciden en una mayor vulnerabilidad a los efectos del calor.
Del mismo modo, Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria fueron las comunidades donde más muertes se registraron, dejando atrás el periodo estival de temperaturas moderadas y enfrentándose a un aumento de la vulnerabilidad climática, que podría derivar de una menor adaptación estructural y social frente a episodios de calor extremo.
Durante el periodo analizado, se han registrado 76 niveles de riesgo rojo por calor extremo en varios puntos del país. Supone el nivel más alto dentro del sistema de vigilancia meteorológica por temperaturas. Además, este dato contrasta con los del mismo periodo de 2024, durante el que no se activó ningún nivel rojo, lo que evidencia que la severidad de las condiciones climáticas registradas este año ha cambiado.
Estas conclusiones han sido expuestas este lunes después de que el Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC) haya celebrado una reunión de seguimiento con el fin de valorar cómo evolucionan las temperaturas extremas y cuál podría ser el impacto en la salud de la población durante las próximas semanas. Los datos analizados de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y del Instituto de Salud Carlos III confirman un episodio térmico de intensidad excepcional, en el que las temperaturas medias han crecido sin precedentes, así como la mortalidad derivada de las olas de calor.
Los registros de la AEMET constataron que durante este mes de junio se alcanzó una temperatura media mensual de 23,6ºC, un aumento del 0,8% con respecto al anterior máximo histórico registrado en 2017. Según las previsiones meteorológicas, este mes de julio proseguirá con temperaturas que se situarán por encima de la media histórica, con una probabilidad que se estima que supere el 70%.
Desde que se activara el plan del calor en junio, las comunidades autónomas han notificado diez muertes atribuibles a golpes de calor. En concreto, cinco de los casos corresponden a personas mayores de 65 años; cuatro eran personas entre los 52 y los 62 años y de la otra muerte se desconocen los datos. ECOticias.com