La humedad puede aumentar el riesgo de calor en climas urbanos. Un nuevo estudio, dirigido por científicos de la Escuela de Medio Ambiente de Yale y publicado en Nature, investigó el efecto combinado de la temperatura y la humedad en el estrés por calor urbano. Lo hicieron utilizando datos de observación y un cálculo de modelo de clima urbano.
Los investigadores descubrieron que la carga del estrés por calor depende del clima local. Y que un efecto de humidificación puede borrar los beneficios de enfriamiento que provendrían de los árboles y la vegetación.
A más humedad, peor es el calor
“Una opinión generalizada es que los residentes urbanos sufren más carga de calor que la población en general debido al fenómeno de la isla de calor urbano. Esta visión es incompleta porque omite otro fenómeno omnipresente del microclima urbano llamado isla seca urbana. La tierra urbana tiende a ser menos húmeda que la tierra rural circundante”, dice la profesora de meteorología Xuhui Lee, quien dirigió el estudio.
“En climas secos, templados y boreales, los residentes urbanos están menos estresados por el calor que los residentes rurales. Pero en el húmedo Sur Global, la isla de calor urbana es dominante sobre la isla seca urbana. Lo que resulta en dos a seis días de estrés por calor más peligrosos por cada verano”.
Lee y el estudiante de doctorado de YSE Keer Zhang, autor principal del estudio, dicen que estaban motivados para investigar el tema por varias razones. Un gran porcentaje de la población mundial vive en áreas urbanas. Muchas personas los hacen en asentamientos urbanos informales, donde no tienen acceso a aire acondicionado.
Y está claro que el problema empeorará con el avance del cambio climático y más personas se muden a las ciudades. Alrededor de 4300 millones de personas o el 55% de la población mundial, vive en entornos urbanos. Y se espera que la cifra aumente al 80% para 2050, según el Foro Económico Mundial.
Marco teórico
Los investigadores desarrollaron un marco teórico sobre cómo el suelo urbano modifica tanto la temperatura como la humedad del aire. Y demostraron que estos dos efectos tienen el mismo peso en el estrés por calor medido por la temperatura de bulbo húmedo. (el bulbo húmedo es uno de los dos termómetros que componen un psicrómetro).
Esto se da a diferencia de otros índices de calor, en los que pesa más la temperatura que la humedad. La temperatura de bulbo húmedo combina la temperatura del aire seco con la humedad para medir el calor húmedo. Según los autores, los resultados del estudio plantean preguntas importantes.
“La vegetación verde puede reducir la temperatura del aire a través de la evaporación del agua. Pero también puede aumentar la carga de calor debido a la humedad del aire. La pregunta entonces es hasta qué punto este efecto de humidificación borra el beneficio de enfriamiento que surge de la reducción de la temperatura. Esperamos responder a esta pregunta en un estudio de seguimiento.
Donde estamos comparando las observaciones de la temperatura de bulbo húmedo en los espacios verdes urbanos (con una densa cubierta de árboles) y los de los barrios urbanizados”, dice Lee. Zhang dice que espera que el estudio pueda conducir a más investigaciones sobre cómo las ciudades pueden mitigar el estrés por calor, en vistas que el calentamiento global solo va a más.
“Nuestro análisis de diagnóstico de bulbo húmedo en el entorno urbano encontró que mejorar la eficiencia de la convección urbana (la disipación de calor y agua) y reducir el almacenamiento de calor durante la noche puede disminuir el calor húmedo urbano durante el día y la noche, respectivamente. Esperamos que nuestro trabajo promueva más investigación sobre la optimización de formas y materiales urbanos para mejorar el confort térmico”, dice. La humedad puede aumentar el riesgo de calor en climas urbanos.
Referencia: estudio ‘Mayor riesgo de calor en climas húmedos inducido por el calor húmedo urbano’ publicado en Nature.