Desde el observatorio del Clima culpan al gobierno brasileño encabezado por Luiz Inácio Lula da Silva de no haber previsto el aumento de los precios de hoteles y alojamientos de la futura sede de la COP30, que ha llegado a alcanzar niveles realmente prohibitivos.
Los precios del alojamiento en la ciudad amazónica de Belém, en Brasil, se han disparado desde que se conoce la noticia de que la ciudad acogerá en noviembre a la Cumbre del Clima (COP30). En el Gobierno reconocen que es «un problema», mientras trabajan para aumentar contra reloj la oferta de hospedaje.
COP30: cara y solitaria
La COP30, al realizarse en la ciudad amazónica de Belém, se arriesga a ser la cumbre climática «más excluyente de la historia» debido a los «costos prohibitivos del alojamiento«, según ha afirmado este miércoles el Observatorio del Clima, que apunta contra la «negligencia» del Gobierno brasileño.
En un comunicado, la red ecologista, que agrupa a más de 130 organizaciones del país, critica al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y a la administración del estado de Pará, que hospedará la cumbre en noviembre, por no haberse enfocado en resolver la cuestión del alojamiento en la ciudad en los últimos dos años y medio, cuando se confirmó Brasil como sede.
«La negligencia del Gobierno federal y del Gobierno de Pará, que tuvieron dos años y medio para resolver la cuestión del alojamiento en la ciudad y no lo hicieron, ha convertido este tema en una bomba que ha explotado ahora, con países pidiendo un cambio de sede y observadores de la sociedad civil diciendo que no podrán asistir», denuncia el comunicado.
El secretario ejecutivo del Observatorio, Márcio Astrini, ha comentado que muchas de las organizaciones de la sociedad civil con las que están en contacto han decidido recortar la delegación o directamente han desistido de viajar, lo que puede causarle un «perjuicio muy grande» a las negociaciones. «Una infraestructura perfecta no garantiza que el resultado de la conferencia vaya a ser bueno. Pero si tienes una infraestructura muy deficiente, eso puede comprometer aún más el resultado de la conferencia», dice Astrini.
De acuerdo con el documento, una COP «vacía» representaría «una vergüenza histórica para Brasil» y «una valiosa oportunidad perdida para la humanidad». A menos de 90 días para el evento, Astrini cree que es necesario que el Gobierno «intervenga» y tome medidas ahora, «aunque sea tarde«.
Muchos países se han quejado
Numerosos países han criticado los altos precios de los hoteles en Belém y han presionado a Brasil para que tome medidas con vistas a garantizar la asistencia de las delegaciones. El presidente de Austria, el ecologista Alexander Van der Bellen, adelantó que no asistirá a la COP30 por los altos costes del viaje a la ciudad amazónica.
Varios países africanos también han replicado este reclamo, incluso pidiendo que la COP30 cambie de ciudad por las dificultades que tienen para asumir el fuerte desembolso que supone el alojamiento en Belém. El Gobierno brasileño ha contratado cruceros y ha acordado con plataformas de alquiler de apartamentos elevar la oferta de camas en Belém, que debe llegar a cerca de 40.000 durante la conferencia.
El presidente de la COP30, el diplomático André Corrêa do Lago, ha admitido que los precios del hospedaje en la capital del estado de Pará están muy por encima con respecto a otras ediciones de la cumbre, aunque atribuye el problema a los abusos de la industria hotelera y no a una falta de oferta.
A pesar de la gran cantidad de críticas tanto internas y externas, el Gobierno ha dejado claro que la COP30 se realizará en Belém, por el simbolismo de desarrollarla en una ciudad ubicada en la selva amazónica, y que no existe plan B.
La COP30 tendrá que celebrarse en la ciudad de Belém y hay que ver qué capacidad tiene el gobierno brasileño para imponer algo de cordura en la industria hotelera nacional, que es, según ellos, quien ha hecho que los precios de los alojamientos se disparen. Sin dudas no será la Cumbre más multitudinaria de la historia. EFE / ECOticias.com