Las mariposas son, junto con los pájaros y los murciélagos, además de excelentes y útiles polinizadores, bioindicadores del cambio ambiental reconocidos por la Unión Europea. Y son especialmente sensibles a los distintos factores inducidos por el cambio climático global. Por eso se las estudia con ahínco en Cataluña en general y en Barcelona en particular.
Por otra parte, son visualmente atractivas y relativamente sencillas de estudiar, lo que las hace muy populares entre los naturalistas aficionados y profesionales. Todo ello las pone en el ‘punto de mira’ ideal para protagonizar proyectos de ciencia ciudadana encaminados a despertar el interés por el estudio y la conservación de la biodiversidad.
Las mariposas sufren los efectos del cambio climático
A pesar de las abundantes lluvias desde mediados de 2024, la sequía que ha afectado a Cataluña en los últimos años deja efectos todavía duraderos en las mariposas que viven en el área metropolitana de Barcelona. Así lo revela el sexto informe que publica hoy el Observatorio metropolitano de mariposas mBMS, el cual alerta de que 2024 ha sido el año en el que se ha detectado el desequilibrio más importante entre las poblaciones de las distintas especies de mariposas desde el inicio del proyecto, en 2019.
Concretamente, la mariposa más abundante en los parques y las playas metropolitanos, la blanquita de la col (Pieris rapae), ha pasado de concentrar el 17 % del total de observaciones en 2023 a acumular por sí sola el 42 % de las observaciones de mariposas durante 2024.
Mientras esta especie ha aumentado tanto, prácticamente todas las demás han disminuido, como es el caso de la gris estriada (Leptotes pirithous), que ha pasado de obtener el 16 % de las observaciones a concentrar solo el 8 %, la mitad.
El Observatorio también adelanta algunos datos de 2025, con un incremento sin precedentes de mariposas, hasta tres veces más abundancia que en años anteriores, aunque todavía se detectan los desequilibrios de 2024. “Durante 2024 hemos observado que la cantidad de mariposas ha aumentado respecto a los años anteriores de sequía y, de hecho, se han alcanzado valores algo por encima de la media.
También se ha mantenido el número de especies en el conjunto de parques y playas, pero la abundancia de mariposas de cada especie se ha desequilibrado mucho respecto a años anteriores”, explica Joan Pino, catedrático de Ecología de la UAB, director del CREAF y co-responsable científico del mBMS. “Esta homogeneización de la comunidad podría ser un efecto derivado de la larga sequía que ha afectado a la región entre 2021 y mediados de 2024, y de la que la comunidad aún no se habría recuperado”, destaca Pino.
La blanquita de la col es una mariposa muy adaptable cuyas orugas pueden alimentarse de muchas especies de plantas —es una especie generalista—. Su incremento, pues, puede explicarse porque “ha podido aprovechar los huecos dejados por otras especies que han disminuido por la sequía”.
Es que, “la comunidad de mariposas metropolitanas está dominada por unas pocas especies muy abundantes, que son las más generalistas y con mayor capacidad de dispersión”. Por el contrario, las especies que tienen más dificultades durante una sequía son aquellas con menor capacidad de vuelo y cuyas orugas solo pueden alimentarse de pocas plantas o incluso de una sola especie —mariposas llamadas especialistas—.
Hallan dos nuevas especies en el área mtropolitana
A pesar de esta comparativa, el informe también destaca que en conjunto los valores de diversidad de mariposas en el área metropolitana son relativamente altos. En 2024, el mBMS ha contado con la participación de 55 personas voluntarias que han realizado 504 muestreos, una cifra récord.
Gracias a esta actividad, se han podido contar 12.527 individuos de mariposas de 43 especies distintas, con el descubrimiento de dos especies nuevas observadas por primera vez en el proyecto: el sertorio (Spialia sertorius), detectado en el parque del Bosc de Can Gorgs (Barberà del Vallès), y la banda oscura (Hipparchia fagi), detectada en el parque de la Costeta (Begues).
Ambas especies son indicadoras de zonas naturalizadas y, con ellas, se eleva a 54 el número total de especies detectadas a lo largo de los cinco años del proyecto, lo que equivale al 26,6 % de las especies de Cataluña.
El informe también revela que los parques con más mariposas son el de la Fontsanta (Sant Joan Despí y Esplugues de Llobregat) y el de la Llacuna (Montcada i Reixac). En cuanto a las cinco playas del proyecto, las de Castelldefels y la Roberta (el Prat de Llobregat) son las que tienen mayor abundancia de mariposas.
2025: año de recuperación de las mariposas
Más allá del informe de 2024, el Observatorio ya adelanta algunos datos de 2025. La primavera de este año ha sido extremadamente lluviosa, lo que se refleja en un notable incremento de la vegetación. Para las mariposas, más plantas y flores es sinónimo de más recursos y alimento, y por tanto, sinónimo de recuperación.
“En lo que llevamos de año, los indicadores que analizamos están batiendo todos los récords anteriores y todo está muy por encima de la media. Los voluntarios y voluntarias están viendo más especies y más individuos en cada muestreo que hacen respecto a la media del proyecto. Han registrado hasta tres veces más abundancia que en años anteriores”, exclama Elena Domene, jefa del área de Sostenibilidad del Institut Metròpoli y co-responsable científica del mBMS.
“Por eso las mariposas se consideran organismos bioindicadores, porque son capaces de reaccionar rápidamente a los cambios del entorno”, concluye Domene; y cierra con una advertencia: “seguimos detectando una dominancia muy acusada de la blanca de la col a pesar de las buenas condiciones, por lo que no sabemos cuánto tiempo tardará en recuperarse el equilibrio previo a la sequía”.
Hasta ahora, el Observatorio se distribuía en parques y playas metropolitanos, pero en 2025 se han incorporado tres nuevos espacios correspondientes a las zonas fluviales del río Llobregat. Se trata de Ca n’Albareda en Sant Andreu de la Barca, los humedales de Molins de Rei y el parque agrario de Sant Boi de Llobregat, “unas zonas aún inexploradas en cuanto a mariposas”, destaca Jesús Fernández, jefe del Servicio de Infraestructura Verde del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). “Con estas tres nuevas incorporaciones cubrimos de norte a sur el tramo del río Llobregat que atraviesa el área metropolitana”, detalla Fernández.
Se solicita la participación ciudadana en la investigación
El proyecto hace un llamamiento a la participación ciudadana para sumarse a esta investigación de mariposas que se puede realizar en algunos de los 31 parques, playas y espacios fluviales metropolitanos, e invita a visitar la web del proyecto para conocer todos los detalles. ¡Todas las personas interesadas en el mundo de las mariposas son bienvenidas!
Los resultados del proyecto indican “la necesidad y la oportunidad de seguir estudiando a las mariposas, estos polinizadores para entender mejor sus respuestas a los cambios ambientales en un contexto de cambio climático, así como la necesidad de potenciar y mantener la infraestructura verde metropolitana por los bienes y servicios ambientales que proporciona a la ciudadanía, pero también por su contribución a la conservación de la biodiversidad de Cataluña”, concluye Jesús Fernández.
El Observatorio metropolitano de mariposas mBMS (metropolitan Butterfly Monitoring Scheme) está impulsado por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y lo coordinan el centro de investigación en ecología CREAF y el Institut Metròpoli.
El Observatorio metropolitano de mariposas mBMS (metropolitano Butterfly Monitoring Scheme) intenta dar respuesta a los retos relacionados con el monitoreo y control de las mariposas, al tiempo que se centra en determinados espacios de transición entre las áreas naturales y agrarias y la ciudad: los parques y playas metropolitanos donde estudian su evolución como especies y generan informes anuales de su estado. ECOticias.com