Hay muchas razones por las que las mariposas, tanto las diurnas como las nocturnas, son importantes. Tienen valor por sí mismas, pero además son excelentes indicadores de la calidad ambiental y de la salud de los ecosistemas en general.
Los insectos son el grupo de especies más numeroso de entre los animales. Las mariposas son el tercer orden, tras los coleópteros y los himenópteros, con mayor cantidad de especies de toda la Biodiversidad. Representan cerca de dos tercios de todas las especies.
Las zonas ricas en mariposas también lo son en otros invertebrados. Colectivamente, proporcionan muchos beneficios medioambientales, incluyendo la polinización y el control natural de plagas. Muchas plantas, predadores y parásitos dependen estrictamente de especies o grupos concretos de mariposas.
Mariposas versus sequía
Los últimos datos presentados por el programa de seguimiento de mariposas de Cataluña, el Catalan Butterfly Monitoring Scheme (CBMS), revelan que el periodo 2021-2023 ha sido lo de menor abundancia de mariposas desde que se hace seguimiento, y que el 2024 se han confirmado 210 extinciones locales de poblaciones de mariposas coincidiendo con el periodo de continuada sequía que se vivió en nuestro territorio.
Este tipo de extinciones se han multiplicado de manera significativa, respecto a años anteriores. Aun así, la llegada de las lluvias al 2024 marcó un primer repunte para las mariposas catalanas después de tres años de sequía. En global, más de la mitad de las especies (52%) incrementaron sus poblaciones respeto el año anterior, mientras que el 48% bajaron.
El CBMS, coordinado por el Museu de Ciències Naturals de Granollers e impulsado por la Generalitat de Catalunya y la Diputació de Barcelona, recoge datos de mariposas desde el 1994 a través de censos semanales realizados por personas voluntarias. Los transectos se repiten cada año y permiten detectar cambios poblacionales y tendencias.
Las mariposas son uno de los indicadores más fiables en todo el mundo para mesurar la pérdida de biodiversidad en espacios abiertos y el estado de salud de la natura en general, y por este motivo lo CBMS trabaja de manera coordinada con el resto de seguimientos europeos de mariposas.
Los datos recogidos por este proyecto son claves para evaluar el estado de la natura en Cataluña, y por eso este es un proyecto vinculado al Observatori del Patrimoni Natural i la Biodiversitat.
Extinciones locales de mariposas
Entre el 2021 y el 2024, Cataluña ha sufrido una sequía persistente. A pesar de que el mayo de 2024 llovió de forma abundante, pero irregular, esto no ha estado suficiente para evitar el impacto acumulado. Esto ha hecho que muchas poblaciones de mariposas sufrieran sus efectos y que se hayan dejado de detectar en muchos transectos de la red.
“El estado de la vegetación es clave para el desarrollo de las mariposas. Una disminución de la cantidad o la calidad de los recursos cuando no llueve tiene un impacto sobre las larvas cuando se alimentan o los adultos por la disponibilidad de néctar floral.”, comenta Andreu Ubach desde el Museu de Ciències Naturals de Granollers.
A lo largo de 30 años de seguimiento se han observado extinciones y colonizaciones en todo el territorio, pero la situación este año pasado es un cambio drástico a los datos recogidos. Entre 2021 y 2023 ya se habían detectado abundancias muy bajas de individuos en muchos transectos, pero se considera que una mariposa está extinguida cuando, después de detectarla durante 4 años seguidos en un lugar, se deja de detectar durante los siguientes 4.
“Esto no quiere decir que si las condiciones mejoran, esta especie no pueda reaparecer de forma ocasional y se pueda volver a encontrar cuando se repitan los transectos en un futuro”, añade Andreu. “Por lo tanto, una extinción local es reversible si la especie persiste alrededor de la localidad”, concluye.
Los datos hacen patente la mayor extinción local de mariposas en Cataluña desde que se tiene registro: desde el 1994 se han contabilizado 495 extinciones locales, de las cuales 210 han sido confirmadas el 2024. Esto no quiere decir que estas especies hayan desaparecido este año, sino que hace cuatro años que no se detectan a los transectos donde antes estaban. Es decir, el efecto de la sequía se manifiesta con retraso.
Entre las especies más afectadas hay el duende oscuro (Cupido minimus, 14 extinciones), la adipe (Fabriciana adippe, 10), la perlada de los arbustos o laurel (Brenthis daphne, 10), la Boloria dia, 10 y la dorada de manchas blancas (Hesperia comma, 9). Muchas de estas se han producido principalmente en la región mediterránea, mientras que las poblaciones alpinas de estas especies en muchos casos se mantienen estables.
Fenómenos locales y tendencia regional
Por otro lado, el 2024 el CBMS ha calculado tendencias a nivel catalán para un total de 145 especies. A nivel general se observan 68 especies (el 56,55%) en regresión moderada o fuerte, 15 especies (el 10,34%) en incremento moderado o fuerte, 33 (el 22,75%) en situación estable y 15 (un 1,34%) con una tendencia incierta. En conjunto, las tendencias tienen sentido negativo en 113 especies (el 77,9% de los casos) y positivo en 32 (el 22,1%).
Los cambios de un año por el otro pueden fluctuar en la mayoría de los invertebrados, puesto que cada año es una nueva generación la que nace fruto de los impactos climáticos y paisajísticos producidos el año anterior. A los puntos de muestreo que disponen de datos consecutivos (2023-2024), la abundancia global ha crecido un 8%, pasando de 199.000 a 215.000 individuos. Este avance, pero, parte de mínimos históricos logrados el 2022 y el 2023, de forma que habrá que consolidarlo en los próximos años.
El clima es crucial
A pesar de que la sequía de los últimos años ha provocado extinciones locales de mariposas, no todas las especies han sufrido consecuencias negativas. Dependiendo de su ciclo vital, de la manera como crecen y se reproducen, algunas se han visto incluso beneficiadas.
Por ejemplo, las lluvias de primavera el 2024 han estado buenas para las mariposas que vuelan en verano y que tienen más de una generación en el año (polivoltinas) porque sus larvas encontraron más alimento durante la primavera.
En cambio, muchas de las que vuelan a la primavera, ya habían sido afectadas el año anterior porque, mientras eran larvas, encontraron muy poco alimento a causa de la fuerte sequía acumulada el 2023. Esto ha hecho que especies como la tomillera (Pseudophilotes panoptes), la aurora (Anthocharis cardamines) o la olmera (Nymphalis polychloros), sufrieran descensos importantes.
Por otro lado, hay mariposas que invernan como adultas y después, con las buenas condiciones primaverales, pudieron reproducirse con éxito el verano del 24. Algunas especies beneficiadas por este hecho fueron la cleopatra (Gonepteryx cleopatra), la mariposa del almez (Libythea celtis) o la mariposa c-blanca (Polygonia c-album).
Los resultados no son iguales en todas partes: dependen mucho del clima de cada zona. Desde el 2020 lo CBMS analiza las mariposas por separado en tres grandes regiones climáticas: la zona alpina y subalpina, la mediterránea húmeda y la mediterránea árida. Si queréis ver como evoluciona cada una, están los resultados para cada especie en el web del CBMS.
En 2025: ¿qué pasará?
Es evidente que las lluvias del 2025 parece que tengan que revertir una situación drástica de baja abundancia y extinciones de mariposas, pero todavía es temprano para sacar conclusiones. Por un lado, las especies primaverales que partían de mínimos históricos el año pasado tampoco se han acabado de recuperar, puesto que en algunos casos su periodo de vuelo se ha visto acortado por las continuadas lluvias e incluso se puede llegar a pensar que haya causado mortalidad en aquellas especies que invernan como crisàlide debido a un incremento del ataque de parásitos u hongos.
No obstante, todo el que vendrá a partir de ahora se beneficiará de forma clara del estado de la vegetación y sí que esperamos un verano lleno de mariposas. Hay que pensar por eso que, por un lado, los programas de seguimiento tratan de entender el porqué de las fluctuaciones año a año de estas especies, pero que es la tendencia el que nos habla del presente y futuro de cada una de las especies.