Entre otros aspectos, el proyecto de ley ahonda en la fiscalidad ambiental y crea un impuesto sobre las emisiones de CO2 en turismos y furgonetas, que se aplicará gradualmente hasta 2018.
El pleno del Parlament ha admitido a trámite este miércoles por unanimidad el proyecto de ley del cambio climático, una normativa pionera en el Estado que persigue reducir las emisiones de gases con efecto invernadero y facilitar la transición hacia una sociedad más baja en carbono.
El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, ha definido el proyecto como una «ley de Estado» que permite que Catalunya asuma un liderazgo europeo en materia de lucha contra el cambio climático, y ha recordado que fue el anterior Govern quien la alumbró.
Entre otros aspectos, el proyecto de ley ahonda en la fiscalidad ambiental y crea un impuesto sobre las emisiones de CO2 en turismos y furgonetas, que se aplicará gradualmente hasta 2018.
También fija el objetivo de reducir un 25% las emisiones de gases con efecto invernadero en 2020 y un 80% en 2050 en relación a 2005, y crea el Fondo Climático para impulsar medidas en este ámbito.
Además, la futura ley regulará el Consejo Catalán del Clima como órgano de participación de los representantes sectoriales e incluirá una disposición para garantizar el acceso a un consumo mínimo vital de agua y energía.
Este último punto hará que los entes locales y la Conselleria de Asuntos Sociales y la de Territorio y Sostenibilidad deban definir las condiciones y la metodología para establecer la cobertura del mínimo vital para la población en situación de pobreza y riesgo de exclusión social.
Según ha detallado Rull, el proyecto que ha redactado el Govern se basa en la incentivación y la complicidad de todos los agentes implicados, y «no en la obligación y el control» por parte de la Administración.
SIN ENMIENDAS A LA TOTALIDAD
Ningún grupo parlamentario ha presentado enmiendas a la totalidad al texto y Rull espera que la votación definitiva también pueda ser «unánime» porque el Govern trabajará para llegar al máximo consenso.
La diputada de C’s Lorena Roldán ha destacado que la lucha contra el calentamiento global «no puede ni debe demorarse más» y no sólo se debe hacer desde Catalunya, por lo que ha animado al Govern a trabajar codo con codo con el Estado y con las instituciones europeas.
Para el PSC el proyecto es muy positivo pero le falta ambición, y lamenta que el Govern haya apostado por crear un Fondo Climático «que se nutre de recursos transferidos por el Estado», ha destacado el diputado Jordi Terrades, que también ha dicho que su grupo estudiará si la normativa invade competencias para evitar un nuevo conflicto territorial.
La diputada de SíQueEsPot Hortènsia Grau ha celebrado la iniciativa pionera pero ha dicho que su redactado definitivo «deberá ir más allá» en aspectos cruciales como el modelo energético, los objetivos de reducción establecidos, las políticas sectoriales y las infracciones y sanciones.
UNA GOTA EN UN OCÉANO
Desde las filas del PP, la diputada Marisa Xandri ha considerado que el proyecto de ley del Govern es «como una gota en un océano» porque el cambio climático es global y reclama soluciones globales, y ha asegurado que este fenómeno está más vinculado con causas astronómicas y planetarias que con la polución industrial.
La diputada de la CUP Mireia Boya le ha preguntado si le había escrito el discurso «el primo de Rajoy, porque es una vergüenza negar el origen de factores humanos ene l cambio climático», y ha apostado por reescribir el proyecto de ley para hacerlo más ambicioso y para que permita a Catalunya recuperar la soberanía energética.
Según ha explicado el diputado Ferran Civit, JxSí quiere que la ley acabe siendo la más ambiciosa del mundo occidental, y ha abierto la puerta a replantear el actual modelo de turismo de esquí y costa porque provoca daños en el medio ambiente: «Si no queremos tener el clima de Marruecos deberemos empezar por tener las políticas de Dinamarca».
ep