En su iniciativa, el también presidente de la Comisión de Transición Ecológica en el Congreso, “cuestionaba la permanencia de España en el Tratado si no se toman en consideración las propuestas de España de excluir el gas, el petróleo y el carbón de la definición de actividad económica en el sector energético de forma que esté alineada con el Acuerdo de París”.
Además, López de Uralde recordaba también que algunos países como Holanda están siendo amenazados con demandas de inversores extranjeros bajo el Tratado de la Carta de la Energía por implementar medidas de descarbonización para alinear sus políticas con el Acuerdo de París. Y, por eso, quería saber a través de su pregunta dirigida al Gobierno “si desde el Ejecutivo valoraban que el Estado podría ser objeto de amenazas de demanda o demandas bajo el TCE”.
En su respuesta, El Gobierno ha señalado que “mantiene la posición de seguir trabajando, en el contexto del proceso de modernización del Tratado de la Carta de la Energía, para alinear el Tratado con el Acuerdo de París y con los objetivos de energía y clima de la Unión Europea, en el marco del European Green Deal, lo que exige la exclusión de los combustibles fósiles de la protección del Tratado”.
Pero advierte, además, que “en caso de que el proceso de modernización no haga compatible el Tratado de la Carta de la Energía con el Acuerdo de París en un plazo razonable, el Gobierno se plantea considerar la posibilidad de abandonar el Tratado, junto con sus socios europeos”.
Para López de Uralde, “es una buena noticia que desde el Gobierno se asuma como tarea prioritaria el cumplimiento de nuestros objetivos para alinearnos con el Acuerdo de París, porque frente a la lucha contra el cambio climático, no vale ceder ante las presiones de quienes quieren seguir fomentando un modelo energético sucio y del pasado”.




















