Disminuir la tasa de deforestación representa la forma más barata y sencilla de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aseguraron expertos en clima y silvicultura en el marco de la negociaciones sobre el clima en México, mientras se busca un acuerdo en REDD+, mecanismo mundial que propone preservar los bosques a través de su gestión sustentable, y el aumento de las reservas forestales.
Más de 1500 personas asistieron a Día de los Bosques 4, en Cancún, para discutir la manera de acelerar la integración de los bosques en la protección del clima y los planes de adaptación de local a nivel mundial.
Durante el evento se mencionó que han pasado cinco años desde que una coalición de países con bosques tropicales apoyaron una propuesta presentada en Montreal, para crear un marco internacional y así reducir las emisiones provenientes de la deforestación. En 2006, el Informe Stern mencionó que disminuir la tala de árboles era la oportunidad más grande para reducir las emisiones de carbono; no obstante, un acuerdo sobre REDD+ sigue siendo difícil de alcanzar, ya que, aunque ha habido algunos progresos en la COP16, aún existen varios obstáculos con respecto a la elegibilidad de los países y el alcance de las actividades que se financiarán en el marco de este mecanismo.
«Si bien la mayoría de nosotros todavía tiene la esperanza de un acuerdo sobre REDD esta semana, independientemente de lo que suceda en las negociaciones, los compromisos voluntarios y las iniciativas tienen un impulso propio», dijo Frances Seymour, directora general del Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR).
El potencial de REDD+ va más allá de la disminución de emisiones, abarca también la reducción de la pobreza, la conservación de la biodiversidad y la adaptación al cambio climático; sin embargo, la forma de diseñar sus políticas y las estrategias para garantizar la eficacia y eficiencia para proteger los ecosistemas vulnerables y las subsistencia de las comunidades humanas, sigue siendo objeto de debate.
Algunos participantes fueron encuestados en esta reunión acerca de cuál es el mayor desafío inmediato en la implementación de REDD+ a nivel subnacional. Alrededor de un tercio respondió que éste tiene que ver con la distribución equitativa de los ingresos netos a las comunidades dependientes del bosque, mientras que otro tercio dijo que asegurar los derechos de propiedad; el porcentaje restante habló del empleo para las comunidades rurales y la supervisión, notificación y verificación (MRV) de reducción de emisiones.