La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Bruselas es una medida para mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación causada por el tráfico rodado. La idea era restringir progresivamente la circulación de los vehículos más contaminantes dentro del territorio de la Región de Bruselas-Capital, que abarca los 19 municipios de la ciudad.
Sin embargo, de esta normativa, algunas medidas estaban postergadas por una ordenanza. Hasta ahora. El Tribunal Constitucional de Bélgica ha decidio suspender cautelarmente dicho decreto ya que justifica que dicho retraso en su implementación solo es una excusa que daña la salud y el medio ambiente de la capital belga.
Sí o sí s tiene que poner en marcha la Zona de Bajas Emisones de Bruselas
El Tribunal Constitucional de Bélgica dictó hoy una suspensión cautelar de la ordenanza que postergaba ciertas medidas de la zona de bajas emisiones de Bruselas, al considerar que constituye un retroceso injustificado en materia de protección de la salud y del medio ambiente sano. El Constitucional señaló, en concreto, que las medidas propuestas podrían agravar los problemas de salud de uno de los demandantes, un niño con asma crónica y alergias.
El texto suspendido por la corte, tras haber sido aprobado por el Parlamento de la región de Bruselas, contemplaba retrasar dos años los últimos hitos de esa zona, como la prohibición de que los coches diésel conformes a la norma de emisiones Euro 5 y los coches de gasolina conformes a la norma Euro 2 circularan en Bruselas a partir del 1 de enero de 2025.
El objetivo del retraso era «aliviar a los bruselenses más desfavorecidos, que habrían tenido que adaptar su movilidad o cambiar de vehículo«, pero varias asociaciones ecologistas, federaciones médicas, la Liga de los Derechos Humanos y ciudadanos que se consideraban afectados llevaron el caso a los tribunales.
«El tribunal reconoce que el aplazamiento del calendario perjudicaba gravemente la salud de los bruselenses. Por lo tanto, nos alegramos de esta sentencia publicada hoy», declaró a la radiotelevisión pública RTBF un miembro de la organización Chercheurs d’Air (Buscadores de Aire), Pierre Dornier.
La sentencia también fue acogida con satisfacción por el responsable de Salud y Medioambiente de Bruselas, Alain Maron, que recordó que él «ya había dicho lo arriesgado que era» el retraso, porque el sistema de bajas emisiones «permite mejorar la calidad del aire en Bruselas y, por tanto, la salud de los bruselenses y de las personas más vulnerables».
«El Tribunal Constitucional coincide con estos argumentos. Retoma los argumentos de los demandantes en esta dirección y suspende justamente porque la Constitución garantiza también el derecho de todos a un entorno saludable y el derecho a la salud», añadió. La suspensión pronunciada por el Tribunal tendrá validez hasta que éste se pronuncie sobre el fondo en el recurso de anulación.