Los nuevos informes acerca de las emisiones globales de CO2 de origen fósil son muy alarmantes, puesto que estas se han disparado de un año para el otro, marcando un récord en 2025, manteniendo una tendencia al alza muy preocupante.
Según el Acuerdo de París, que se quiere ‘revitalizar’ durante la COP30 que se celebra en Belém do Pará, a orillas de la selva amazónica, hay un presupuesto de carbono máximo, superado el cual el objetivo de 1.5 ºC será imposible de alcanzar.
Si se continúa en la senda de la quema de combustibles fósiles actual y con este ritmo de emisiones de CO2, antes de 2030 se podría superar el límite impuesto en París en la COP15.
Récord histórico de emisiones: 38.100 millones de toneladas de CO2 fósil en 2025
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de origen fósil alcanzarán un nuevo récord en 2025, hasta situarse en 38.100 millones de toneladas, con un aumento del 1,1 % respecto al año anterior, según las proyecciones del presupuesto global de carbono publicado recientemente, en el marco de la COP30 en Brasil.
Dicho informe, Global Carbon Project referente mundial para la acción climática, determina el presupuesto global de carbono para frenar el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera y limitar el calentamiento global a los objetivos del Acuerdo de París.
El presupuesto de carbono del 1,5 °C, prácticamente agotado
Cada año es elaborado por un equipo internacional que incluye a más de 130 científicos, y en esta ocasión, en 2025, el Global Carbon Budget es su vigésima edición.
«Está prácticamente agotado» el presupuesto de carbono para limitar el calentamiento global al objetivo de 1,5 °C -recomendado por los científicos del panel de expertos de la ONU sobre cambio climático-, según el documento asimismo publicado en la revista Earth System Science Data.
En caso de mantenerse el actual ritmo de emisiones, el presupuesto de carbono disponible para limitar el calentamiento global a dichos niveles podría sobrepasarse antes de 2030. El crecimiento de emisiones en 2025 afecta a escala global a todos los combustibles: carbón (0,8 %), petróleo (1 %) y gas natural (1,3 %), según el documento.
En 2024 las emisiones fósiles globales crecieron también un 1,1 % respecto a 2023, lo que consolida «una tendencia ascendente» desde la recuperación pospandemia en 2021.
Por otra parte, en relación con el presupuesto global de carbono sobre emisiones antropogénicas totales de CO2 –sumando combustibles fósiles y cambio de uso del suelo– el informe desvela que también han crecido aunque a menor ritmo; en concreto, un 0,3 % anual en la última década, frente al 1,9 % de la anterior. El total emitido se prevé que alcance 42,2 gigatoneladas en 2025, según el informe.
En cuanto a la concentración de CO2 en la atmósfera, los niveles alcanzarán este año 425,7 partes por millón, un 52 % por encima de los preindustriales. Por sectores, el transporte aéreo internacional destaca por haber aumentado las emisiones el 6,8 %, superando los niveles previos a la pandemia de la covid; en cuanto al marítimo, se ha mantenido estable.
Sumideros naturales debilitados: señal de alarma climática
En el informe han participado diversas instituciones. Con las emisiones de CO2 en aumento, mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C ya no es plausible«, afirma Pierre Friedlingstein, del Global Systems Institute de la Universidad de Exeter y autor principal del informe.
El informe de este año, publicado junto a un nuevo artículo sobre sumideros de carbono e impacto climático en la revista Nature, desvela que «el cambio climático está reduciendo la capacidad de los sumideros naturales para absorber carbono».
Un 8 % del aumento de la concentración de CO2 desde 1960 se debe al deterioro de los sumideros naturales. «El debilitamiento de los sumideros de carbono es una señal de alarma y exige una acción urgente», según la profesora Corinne Le Quéré, de la Universidad de East Anglia (UEA).
Cómo evolucionan las emisiones por regiones: China, India, UE, EEUU y Japón
El informe detalla la evolución de las emisiones por regiones y sectores. En China, se prevé un incremento del 0,4 % en 2025, un ritmo más lento que en años anteriores gracias al auge de las energías renovables y a una moderación en el consumo energético.
En India, las emisiones crecerán un 1,4 %, frenadas por un monzón temprano que ha reducido las necesidades de enfriamiento durante los meses más calurosos.
Por otra parte, tanto Estados Unidos como la Unión Europea habrán registrado un repunte -del 1,9 % y 0,4 %, respectivamente-, tras varios años de descensos; en la UE el bajo rendimiento hidroeléctrico y eólico por razones meteorológicas ha incrementado el uso del gas natural.
En Japón, las emisiones caerán un 2,2 % en 2025, gracias a la reactivación nuclear y la expansión solar, según las proyecciones del informe sobre presupuesto global de carbono.
China es un ejemplo de ralentización del aumento, ya que será menor que el del año pasado, aunque aun en alza. Esto se ha conseguido apostando por las energías renovables y controlando el consumo.
Las emisiones según las zonas cambian, pero sobre todo en los países más industrializados estas van en aumento, como es el caso de la UE y EEUU; aunque Japón ha conseguido disminuirlas con una eliminación progresiva de los combustibles fósiles. Seguir leyendo en ECOticias.com / EFE
















