La Fundación Renovables publicó un trabajo de investigación, Detección de fugas de metano en España y países importadores, en el que documenta las fugas de metano producidas a escala mundial (entre enero de 2022 y marzo de 2024) y que tienen relación con España.
Lo hace mediante los registros de numerosos satélites, gracias a los cuales ha contabilizado un total de 1.194 fugas del sector de los combustibles fósiles de países de los que España importa recursos energéticos.
Los mapas de fugas que incluye el informe son demoledores. Las tres naciones que más gas le suministran a las compañías energéticas que luego nos venden ese gas en casa son -Argelia, Rusia y Estados Unidos- las más contaminantes del mundo. Las emisiones de metano (potente gas de efecto invernadero) que envía a la atmósfera el sector energético (Oil&Gas) de los Estados Unidos o el de Rusia son sencillamente extraordinarias (abajo se cuantifican).
Como sus impactos sobre la salud ambiental (el metano produce cambio climático) o sobre las actividades económicas (la agricultura, por ejemplo).
Los principales importadores y vendedores de gas natural en España (lo venden en forma de electricidad o calefacción) son, en el Sector Eléctrico, Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y Repsol; y en el Sector del Gas Natural: Naturgy, Endesa, Repsol, Iberdrola y Axpo.
España -dicen los autores del informe- debería establecer una «tasa progresiva» sobre las emisiones de metano que obligue a los «emisores o importadores de emisiones de metano» a pagar un impuesto por tonelada de metano emitida.
Esa tasa nacional comenzaría siendo de 300 euros y debería alcanzar los 1.500 en cinco años. La tasa noruega actual (año 2024) ronda los 1.400 euros. La tasa USA es de 900 dólares (830 €).
La propuesta de la Fundación Renovables tiene fundamento: el metano, ese combustible fósil que tan rentable le resulta a las compañías energéticas, le cuesta sin embargo muy, muy caro, a la sociedad.
Arctic Sunrise de Greenpeace estará atracado en el puerto de Avilés como parte del tour internacional contra el gas fósil
El legendario rompehielos Arctic Sunrise de Greenpeace estará atracado en el puerto de Avilés hasta el próximo domingo como parte del tour internacional contra el gas fósil con el que la organización ecologista recorrerá este año otros seis países europeos.
Bajo el lema “El gas nos sale caro”, Greenpeace abrirá las puertas del barco al público asturiano para denunciar que combustibles fósiles como el gas encarecen la factura energética de los hogares, son la principal causa del cambio climático y frenan la transición energética a las energías renovables.
La campaña destaca que el gas no es “natural” ni necesario, sino sucio y contaminante, además de una trampa para frenar la transición energética y aumentar la dependencia de los combustibles fósiles.
Todo ello a pesar del compromiso adoptado por los gobiernos durante la COP28 para su abandono definitivo. El tour también pretende evitar que se utilice dinero público o de las personas o entidades consumidoras para rescatar o sostener a las empresas gasistas que, junto a las petroleras, son las principales responsables del cambio climático.
En España, denuncia la organización, las emisiones de las plantas de gas alcanzaron en 2024 las 58,4 millones de toneladas de CO2, lo que equivale al 20% del total de emisiones del país.
También destaca la elevada inversión en combustibles fósiles: en 2024, el gasto fue de 58.527 millones de euros, una cifra similar al gasto en educación, de 63.380 millones de euros.
Nuestra excesiva dependencia del gas fósil aumenta la factura energética y provoca enfermedades, muertes, destrucción de la naturaleza y caos climático. El gas fósil es un combustible sucio y mortal que no evita los peligros del petróleo y el carbón.
Algo tan perjudicial no puede ser un combustible de transición. El Gobierno español y la Unión Europea deben actuar ahora prohibiendo nuevas plantas y planeando el cierre de las existentes. Debemos sacar el gas y el resto de los combustibles fósiles de nuestras vidas antes de que nos salga demasiado caro.
No al rescate de los combustibles fósiles con el dinero de todos
Para Greenpeace resulta indispensable evitar cualquier inversión o rescate a proyectos nuevos o existentes de combustibles fósiles en toda la UE.
Según la organización, todos los esfuerzos deben orientarse hacia un modelo energético 100% renovable, que consuma menos y sea más eficiente. Por ello, exige al Gobierno que modifique la actual propuesta del mercado de capacidad, que considera un plan encubierto de ayuda al gas, como ha señalado en sus recientes alegaciones al proyecto.
Estamos a tiempo de evitar un grave error. El mercado de capacidad no puede convertirse en la tabla de salvación para rescatar el ruinoso negocio del gas con el dinero de todos los consumidores.
Hay que rescatar a quienes sufren la crisis energética y la climática, como las familias que padecen pobreza energética o las que han perdido todo por las inundaciones, no salvar a quienes causan el problema.
Asturias, el gas nos sale caro
Para Greenpeace, Asturias tampoco escapa a la trampa del gas. Un ejemplo es la regasificadora de El Musel, en Gijón, una planta de importación de gas natural licuado marcada por la corrupción, los juicios y la mala gestión de fondos públicos.
Tras haber estado pausada entre 2014 y 2022, desde 2023 funciona temporalmente como almacén y para exportación al mercado europeo, actividades que apenas se están desarrollando por falta de demanda.
Reconversión de la central térmica de ‘Aboño’ del carbón al gas
Una estrategia que considera un riesgo tanto para la salud de la población como para la propia transición energética en Asturias.
El fin del carbón en Aboño para 2025 significa el cese definitivo de la quema de carbón en España y confirma que lo que Greenpeace demandaba era posible. Pero si la central se transforma en planta de gas, estaremos iniciando una nueva era de dependencia de energías sucias importadas, en vez de dar el salto definitivo a la energía limpia y autóctona, oportunidad que solo podemos conseguir con las renovables y el almacenamiento.
Asturias necesita redoblar su agenda de transición con una ordenación energética territorial que proteja la biodiversidad, a la vez que impulse y acelere proyectos de almacenamiento energético y producción renovables, todo ello priorizando las zonas antropizadas, la participación ciudadana, los proyectos de autoconsumo y las comunidades energéticas.
Peticiones ‘sensatas’:
- Prohibir los nuevos proyectos de combustibles fósiles en toda la UE, por ser incompatibles con la limitación del calentamiento global a 1,5°C.
- Detener todas las subvenciones a plantas de combustibles fósiles y aprobar un mercado de capacidad y una fiscalidad verde que realmente saquen al gas y al petróleo del sistema energético.
- Detener las importaciones de gas, empezando por un embargo al gas de Rusia, que financia la guerra, y al gas de fracking de EEUU, por la destrucción que ocasiona, además de por ser una fuente de financiación de Gobiernos que suponen una amenaza para la democracia.
- Eliminar por completo los combustibles fósiles de forma justa, incluyendo un plan para su eliminación progresiva del sistema eléctrico para 2030 y de la vivienda, industria y transporte para 2035 como fecha límite.
El tour, que se desarrollará entre marzo y septiembre, visitará puertos de Bélgica, Italia, Croacia, Grecia, Polonia y Alemania. Durante la campaña «El gas nos sale caro» se recogerán firmas para exigir a las autoridades europeas el fin de las inversiones y ayudas al gas fósil.
Puertas abiertas del Arctic Sunrise en Avilés
- Fechas: del 28 de febrero al 2 de marzo
- Ubicación: muelle turístico de Avilés
- Visitas al barco: el día 28 de 15:00 a 19:00, y los días 1 y 2 de 12:00 a 19:00