El aire de tu casa podría ser purificado con la llegada de una esponja eléctrica. Se trata del material más negro del mundo. El enchufe solar que aporta 8 horas de luz gratis ya fue un invento sorprendente, pero esta esponja eléctrica da un paso más. Las fuentes de energía renovable ganan cada vez más terreno en la búsqueda de una forma de energía más sostenible y amigable con el medio ambiente.
Algunas de ellas son la energía solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica, que utilizan recursos naturales inagotables para producir de forma limpia y sin emisiones de gases de efecto invernadero. En esta búsqueda han aparecido varios inventos y sistemas dispuestos a satisfacer las necesidades globales, como es el caso de la esponja eléctrica.
Aparece una esponja eléctrica que purifica el aire del hogar
Unos investigadores de Cambridge han inventado una ‘esponja’ de carbón electrificada capaz de absorber CO2 directamente del aire. Su creación es un sistema económico y eficiente en energía para fabricar materiales capaces de capturar dióxido de carbono (CO2) directamente del aire. Empleando una técnica parecida a la de la carga de una batería, los científicos han hallado una forma de cargar el carbón activo, normalmente utilizado en filtros de agua domésticos, para que pueda capturar CO2 del aire.
El equipo de investigación, liderado por el Dr. Alexander Forse del Departamento de Química Yusuf Hamied, empleó un proceso de carga de batería para cargar una tela de carbón activado con iones de hidróxido. Este procedimiento hace posible que los iones queden acumulados en los poros de carbón activado, creando enlaces reversibles con el CO2.
El material cargado, cuando ya se ha removido del ‘sistema de batería’, lavado y seco, puede capturar de manera exitosa CO2 directamente del aire. A diferencia de lo que sucede con otros sistemas de captura de carbono que necesitan altas temperaturas (hasta 900ºC), este nuevo producto solo necesita llegar a temperaturas de entre 90ºC y 100ºC para liberar el CO2 capturado, usando la electricidad renovable.
El calentamiento realizado en este método es de adentro hacia afuera, desarrollando un proceso más rápido y menos intensivo en energía. Estamos ante un sistema que promete ser más eficiente que los términos energéticos actuales. Las esponjas de carbón activado cargados necesitan temperaturas significativamente más bajas para liberar el CO2, un dato que permite el empleo de fuentes de energía renovable en lugar de gas natural.
Una esponja eléctrica que purifica el aire, el invento que muchos no terminan de creer
Pese a que este método presenta resultados prometedores, el equipo de investigación trabaja para mejorar la capacidad de captura de CO2 del material, sobre todo en condiciones de alta humedad donde el rendimiento baja. El enfoque creado por los investigadores tiene potencial para la captura de carbono y, además, podría resultar útil en otras áreas.
Los poros del carbón activado y los iones insertados pueden ajustarse para capturar varias moléculas diferentes, abriendo la puerta a un amplio abanico de aplicaciones. El Dr. Forse advierte que esta idea apareció durante el periodo de la pandemia del COVID-19, tiempo en el que la creatividad y la innovación proliferaron para hacer frente a la crisis. La investigación tiene una patente y está siendo comercializada con el respaldo de Cambridge Enterprise, la parte comercializadora de la Universidad de Cambridge.
“La captura de emisiones de carbono de la atmósfera es una medida de último recurso, pero dada la escala de la emergencia climática, es algo que necesitamos investigar. Lo primero y más urgente que debemos hacer es reducir las emisiones de carbono en todo el mundo, pero también se considera necesario eliminar los gases de efecto invernadero para lograr emisiones netas cero y limitar los peores efectos del cambio climático. Realísticamente, tenemos que hacer todo lo posible”, expuso Dr. Alexander Forse, según registra Nature.
En definitiva, esta esponja eléctrica purifica el aire del domicilio, significando un hito para el sector energético.




















