Un estudio en la región noroccidental de Francia, en un área minera antigua, ha descubierto una reserva de hidrógeno blanco equivalente a la mitad de la producción global de este gas. Este hallazgo presenta un recurso energético listo para su uso directo, sin necesidad de procesamiento. En un momento en que muchas empresas están explorando nuevas fuentes de energía para alejarse de los combustibles fósiles, el hidrógeno se destaca como una alternativa prometedora, lo que hace que este descubrimiento sea significativo.
El hidrógeno blanco se presenta en diferentes formas, identificadas por colores que indican su origen y proceso de producción. El hidrógeno gris, el más común pero también el más contaminante, proviene del gas natural. Por otro lado, el hidrógeno verde se produce a partir de energías renovables, mientras que el hidrógeno blanco se encuentra en su estado bruto, despertando un gran interés entre los investigadores.
Los expertos del laboratorio GeoRessources en Nancy informan haber encontrado un depósito masivo en el subsuelo de Lorena, Francia, que podría ser uno de los más grandes del mundo. Las estimaciones preliminares sugieren que este depósito podría contener alrededor de 26 millones de toneladas de hidrógeno, lo que representa más de la mitad de la producción mundial actual.
Descubren una reserva masiva de hidrógeno blanco en Francia
Philippe de Donato, uno de los codirectores del estudio, señaló que el subsuelo de la cuenca minera de Lorena parece ser excepcionalmente rico en hidrógeno blanco, lo que podría desempeñar un papel crucial en la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
El hidrógeno blanco ofrece ventajas sobre el hidrógeno verde, ya que no requiere procesos de electrólisis, y su producción no está totalmente ligada a la generación de CO2. Además, este recurso se encuentra en profundidades donde también se encuentran depósitos de hierro, lo que sugiere la posibilidad de una producción continua y sostenible.
Sin embargo, el acceso al hidrógeno blanco presenta desafíos, ya que se encuentra a profundidades considerables, y su almacenamiento y transporte siguen siendo complejos. A pesar de estos obstáculos, los investigadores están enfocados en encontrar soluciones viables para aprovechar este recurso energético prometedor.