La región del Mediterráneo agotará su presupuesto de carbono restante -los límites previstos en el Acuerdo de París– en 2035 si mantiene los niveles actuales de emisiones de CO2, según un estudio elaborado por el Basque Centre for Climate Change (BC3) para la organización Ocean Care y presentado este miércoles.
¿Cuánto dióxido de carbono (CO2) se puede emitir todavía en la región mediterránea en su conjunto antes de que supere el máximo marcado por el Acuerdo de París?.
Los países del Mediterráneo necesitan recortar las emisiones de media un 5,8% anualmente para poder cumplir con el Acuerdo de París, es decir, para mantener el mar bajo el umbral de los 2ºC de incremento de temperatura con respecto a los niveles preindustriales.
Según la Organización Meteorológica Mundial, el gas invernadero aumentó en promedio 3,5 partes por millón (ppm) entre 2023 y 2024, el mayor incremento registrado desde 1957.
El Mediterráneo superará límites de CO2 en 2035 si mantiene las emisiones
El análisis ‘Asignación del presupuesto de carbono restante a los países mediterráneos‘ disecciona las diferentes formas de repartir la carga de la reducción de estas emisiones, que debería acelerarse un 6 % anual entre 2030 y 2050 para cumplir el objetivo de París impulsado por los 21 países firmantes del Convenio de Barcelona.
La investigadora del BC3 y autora principal del documento, María Victoria Román, ha asegurado que los países ribereños del Mediterráneo afrontan «riesgos y amenazas climáticas comunes», pero se diferencian por «la medida en la que han contribuido a generar el problema» y también por sus capacidades para adaptarse al cambio climático.
“Reducir las emisiones no va a ser fácil en la región por la alta dependencia de los combustibles fósiles y porque aún hay países que exploran intensivamente”, ha precisado Román.
Mantener el Mediterráneo por debajo de 1,5 °C es una misión imposible
El informe se basa en los niveles de emisiones actuales, el presupuesto de carbono y los compromisos asumidos por los países en el Acuerdo de París hasta 2030 y se enfoca en lo que pasará desde 2031 hasta 2100 respecto al objetivo de no superar los 2 °C de calentamiento global.
Los datos del Centro Mediterráneo de Estudios ambientales muestran que la temperatura superficial del Mediterráneo aumentó 1,5º C en los últimos 40 años.
Por ello, “mantener el Mediterráneo por debajo de 1,5 °C es una misión imposible, esa oportunidad ya ha pasado«, ha añadido el portavoz de Ocean Care, Carlos Bravo, «pero el objetivo de descarbonización para mantenerse dentro del límite de 2 °C sigue siendo posible y es una obligación en virtud del Acuerdo de París”.
Sin embargo, varios países han superado ya su cuota justa determinada y deberían detener las emisiones en 2031, según este análisis.
Reducir las emisiones en un 6 % anual
Para ello, Román ha insistido en su primera conclusión de reducir las emisiones en un 6 % anual, lo que supone «un compromiso equilibrado entre lo justo y lo viable”, aunque aclara que “todos los países sin excepción tienen que empezar a descarbonizarse a partir de 2030” a un “ritmo sin precedentes”.
El estudio también advierte del «riesgo alto» en el hecho de aumentar la maquinaria responsable de la extracción y el procesamiento de combustibles fósiles teniendo en cuenta que “pronto se necesitará abandonar su uso”.
La cooperación climática internacional permite «estrategias ambiciosas» de descarbonización, afirma, y sin embargo se promueve la exploración de yacimientos hidrocarburíferos y el comercio de combustibles fósiles aunque sean «actividades incompatibles con la conservación de ecosistemas marinos y costeros» del Mediterráneo, meta del Convenio de Barcelona, y con la seguridad de las personas en una región «particularmente sensible a los impactos climáticos”.
Bravo asevera que los fenómenos extremos -inundaciones, incendios forestales y olas de calor- ya están afectando “drásticamente la vida” y la salud de las personas y que «se intensificarán si se continúa extrayendo recursos fósiles».
A ello hay que sumar la recomendación de que la cooperación regional impulse el trabajo conjunto de los países frente al cambio climático a través de la COP24 del Convenio de Barcelona, donde se presentará este informe en diciembre de este mismo año.
“Ya no hay tiempo para tomar medidas graduales, el ritmo de descarbonización tiene que ser sin precedentes y, cuanto antes se empiece, mejor serán los resultados”, ha remachado Bravo. EFE / ECOticias.com