Alemania dice que prohibir coches emisores de CO2 en 2035 no es factible técnicamente: el canciller alemán, Friedrich Merz, afirmó este jueves que la prohibición de matricular a partir de 2035 vehículos que emitan CO2 no es factible técnicamente y se comprometió a hacer todo lo posible para impedir que se mantenga, un día después de que Bruselas defendiese este objetivo con el argumento de que ofrece certidumbre a fabricantes e inversores.
«En 2035 no debe producirse un corte brusco. Técnicamente no es posible«, declaró Merz en una rueda de prensa en Berlín tras reunirse con el ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, con la presidenta de la Asociación de Fabricantes de Automóviles, Hildegard Müller, y de la jefa del sindicato IG Metall, Christiane Benner.
Tras haber abordado con ellos las medidas que puede adoptar su Gobierno para asegurar el futuro de la industria del automóvil alemana, en medio de la crisis que atraviesa, Merz aseguró que la electromovilidad será la tecnología central en los próximos años y que está fuera de debate que las empresas seguirán este camino «de forma consecuente«.
«Es la calle principal por la que se conduce, pero también hay otras tecnologías«, dijo el canciller sobre la electromovilidad, tras haber reiterado en varias ocasiones su postura de que deben permitirse también motores no eléctricos que sean climáticamente neutrales.
Merz alentó a las empresas alemanas a seguir investigando y desarrollando diversas tecnologías, sin que ello implique un «retroceso«.
Sobre las conversaciones a nivel europeo para revisar la prohibición de la matriculación de vehículos emisores de CO2 a partir de 2025, fue tajante: «haré todo lo posible para lograrlo, y, si de mí depende, no la habrá«, remachó.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Fabricantes de Automóviles elogió el apoyo del Gobierno a la flexibilización en cuanto a los tipos de motor permitidos y pidió a Bruselas soluciones que hagan posible mantener los puestos de trabajo en Alemania.
La jefa de IG Metall, por su parte, habló de una situación «dramática» en el sector y pidió un «empujón» del Gobierno a la electromovilidad, pronunciándose a favor de los subsidios a la compra de coches eléctricos para particulares de pequeños y medianos ingresos acordados esta semana por la coalición liderada por Merz.
En este sentido, el ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, rehusó proporcionar detalles sobre la cuantía o las condiciones de los incentivos, pero apuntó a que el objetivo es fortalecer a la industria nacional, con lo que dio a entender que posiblemente solo estén vigentes para la adquisición de vehículos alemanes.
Este miércoles, el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, había reafirmado el compromiso de mantener para 2035 la prohibición de coches y furgonetas nuevas que emitan CO2 porque ofrece «certidumbre» a fabricantes e inversores y facilita una «transición justa» hacia una economía descarbonizada.
«Somos pragmáticos (…). Un marco claro con un objetivo claro para 2035 brinda certidumbre a los fabricantes e inversores y para facilitar una transición justa«, dijo Hoekstra en un debate sobre el futuro de la automoción en el Parlamento Europeo.
Eslovaquia pide revisar la meta europea de 2035 para eliminar los vehículos de gasolina y diesel
Eslovaquia apoyará revisar la prohibición de venta de coches con motor de combustión a partir de 2035, una medida contra el cambio climático aprobada por la Unión Europea, pero que ha encontrado rechazo en otros importantes fabricantes europeos, como Alemania, Italia o República Checa.
«El gobierno presentará en las próximas conversaciones una propuesta de revisión para el año 2035«, ha declarado este jueves el primer ministro eslovaco, el populista de izquierdas Robert Fico, tras una reunión en la sede del Ejecutivo en Bratislava con fabricantes, la patronal del sector y empresas de suministros.
En Eslovaquia, país de la UE con la mayor producción per cápita de coches, «existe un clima generalizado de que el objetivo de 2035 necesita una reforma«, ha añadido Fico.
«La revisión puede adoptar diversas formas. Puede consistir en trasladar la fecha límite de 2035 a 2040 o 2045, o mantenerla, pero estableciendo nuevas condiciones de contenido para este objetivo«, ha precisado el político eslovaco, que mencionó, entre otras cosas, una «absoluta flexibilidad» en el ámbito de los programas híbridos.
Fico espera que una reunión similar del canciller alemán, Friedrich Merz, con agentes del sector de la automoción, «se traduzca en decisiones específicas» de la UE.
El primer ministro recordó que la industria automotriz es «vital» para Elovaquia, ya que representa el 10% del PIB, el 44% de las exportaciones, emplea directamente a 125.000 personas y genera indirectamente otras 220.000 personas empleadas en este sector.
Eslovaquia quiere suscitar una postura común dentro del Grupo de Visegrado, integrado por checos, eslovacos, polacos y húngaros, antes de que el tema se aborde en el Consejo Europeo. EFE / ECOticias.com