UE reformará el mercado del CO2. Con este acuerdo, desde la UE se esperan conseguir una reducción más eficaz y ágil de las emisiones de gases de efecto invernadero, que son las principales responsables del calentamiento global. Y lo harán imponiendo nuevos costes sobre los combustibles utilizados en la calefacción de edificios y en el transporte por carretera. Estos estarán directamente relacionados con el CO2 y regirán a partir de 2027.
El mercado de carbono de la UE depende de que más de 10.000 fabricantes y centrales eléctricas permisos de CO₂ cada vez que contaminan. La UE se ha comprometido a que para 2030 se alcanzará una reducción neta del 55% (comparadas con las anteriores a la década de los 90 del siglo pasado). De esta forma se conseguirá rebajar las emisiones reales de CO2.
Duras negociaciones
Los negociadores estuvieron más de 30 horas reunidos, debatiendo y buscando soluciones. Para finalmente llegar a un acuerdo en el que se elevó el objetivo general Después de más de 30 horas de conversaciones, los negociadores acordaron elevar el objetivo de reducción de en cuanto a las emisiones hasta el 62% en determinados sectores. Que son aquellos que para el año 2030 están cubiertos por el esquema europeo de comercio de emisiones.
Los sectores que más energía consumen y los que producen electricidad son los más comprometidos a la hora de tener que comprar permisos, para compensar el CO2 emitido. En poco más de 1 años (2024) 90 millones de dichos permisos se retirarán del sistema. Y para 2026 se hará lo propio con otros 26 millones.
¿Qué pasará en 2027?
Se considera que este será un ‘momento crítico’, puesto que para entonces quien no haya hecho una reducción real y radical de sus emisiones tendrá que pagar costes muy altos. De hecho, se espera que esta decisión sea un aliciente eficaz para que los países miembros se decidan de una vez por todas apostar por invertir en energías renovables y limpias.
En Europa, entre 2026 y 2034, se irá eliminando de forma gradual y constante los permisos de contaminación gratuitos. Estos son una protección que la UE da a sus países miembros, con el objetivo de darles ventajas ante la competencia extranjera. Pero a medida que la UE vaya introduciendo tarifas de carbono en las fronteras, los permisos antes mencionados desaparecerán.
2027 también será clave para los hogares. Ya que a partir de ese año tendrán que abonar un sobrecoste por el CO2 emitido, producto de la calefacción y el combustible. Con el fin de dar soporte a las microempresas, al transporte público y, especialmente, a los hogares más vulnerables, se creará un fondo especial. El mismo estará dotado de más de 86.000 millones de euros.
En el caso de que los precios de los combustibles se encuentren al alza, está previsto que el mercado del carbón entre en vigor a partir del año siguiente, 2028. Y si el coste de la tonelada de carbono llega a los 45 euros, se emitirán una serie de permisos especiales. Todo ello con el objetivo de que dichas subidas no se trasladen a los hogares.
Aún no está todo dicho
En el transcurso de los últimos años, el coste de los permisos de carbono no ha dejado de subir. Esto de debe a que los objetivos de emisiones son cada vez más estrictos para la UE. Y a que se prevé que el suministro de dichos permisos sea cada vez más limitado. Hace 10 años la tonelada de CO₂ o dióxido de carbono no alcanzaba los 10 € y el viernes pasado cerró a 84.
Este acuerdo no es definitivo, Puesto que aún debe ser analizado y aprobado por otros dos organismos de la Unión Europea (el Consejo y el Parlamento). Aún es imposible predecir qué pasará en ambas instancias. Pero los expertos sostienen que el único camino que nos queda es el de que paulatinamente desaparezcan los permisos. Y que las emisiones desciendan de manera real y tangible. UE reformará el mercado del CO2.