“Los investigadores estiman que la causa de la muerte masiva de alpacas en la zona de Ayacucho en Perú se debe a unas temperaturas inusualmente bajas y a la falta de alimentos, ya que el forraje que habitualmente consumen escasea por la intensa y persistente sequía.”
Una combinación fatal
Los pastores saben muy bien que las alpacas no son particularmente buenas para forrajear en tiempo frío y las reciente heladas que ha sufrido la región de Ayacucho es según ellos, una de las principales causas de la muerte de más de 180.000 alpacas.
Estos animales que generalmente se las consideraba resistentes a los climas duros, parecen haberse hecho vulnerables al frío y ello se debería a una serie de factores ambientales que han resentido sus defensas naturales.
Para colmo de males, gran parte de la región ha estado experimentando una grave sequía desde agosto del año pasado. La poca agua de las lagunas tuvo un efecto directo en la temporada de cría de las alpacas.
La falta de lluvias hizo que la hierba de la que se suelen alimentar estos rumiantes crezca atrofiada, por lo que los animales han tenido un pastoreo deficiente durante varios meses, con lo cual se han visto aún más debilitados.
Tristes antecedentes
Esta situación lamentablemente no es nueva en el continente, ya que un gran número de alpacas y de otros camélidos sudamericanos como las llamas, las vicuñas y los guanacos han tenido el mismo fin en otras zonas y por circunstancias similares.
Los brotes de aire extremadamente frío de la Antártida, conocidos como friagens, ocurren durante los meses de invierno. El friagen de 2003 mató más de la mitad de todas las alpacas del país cuando las temperaturas cayeron a menos 35 grados Celsius. Según informes, el clima frío del invierno pasado mató a 50.000 alpacas en la región meridional de Puno.
El hecho de que estas muertes hayan ocurrido en los meses de verano se han convertido en un fenómeno muy inusual, pero no por ello sorprende el final que han tenido los animales, ya que no poseen mucha grasa corporal y su lana no contiene lanolina, que es resistente al agua.
Tras los fríos la región ha experimentado fuertes lluvias, por lo que se presume que el agua haya penetrado hasta la piel de estos animales haciéndolos más vulnerables aún a la combinación de bajas temperaturas y fuertes vientos.
La lana de alpaca es una importante exportación del Perú y los pastores están muy preocupados por la merma de producción que ocasionan los cambios bruscos de temperaturas, las lluvias o los periodos de sequía, causados por el Cambio Climático.