Los animales fueron arrojados a la altura de la comunidad de Monteleón creca de la carretera federal La Piedad- Guadalajara, con las vísceras extraídas y con las aletas cortadas. El hallazgo consternó a los habitantes de esta localidad ubicada a una distacia de 150 millas (240 kilómetros) del mar.
Las autoridades mexicanas fueron alertadas por los habitantes de Yurécuaro, un poblado del occidente de México, en el estado de Michoacán de que cientos de tiburones mutilados habían sido abandonados en la cuneta de una carretera, según informó la Fiscalía, que constató el hallazgo de 300 tiburones de distintos tamaños muertos.
Los animales fueron arrojados a la altura de la comunidad de Monteleón creca de la carretera federal La Piedad- Guadalajara, con las vísceras extraídas y con las aletas cortadas. El hallazgo consternó a los habitantes de esta localidad ubicada a una distacia de 150 millas (240 kilómetros) del mar.
La Fiscalía en Michoacán, uno de los estados más golpeados por la violencia y el narcotráfico, abrió una investigación por un presunto delito contra la biodiversidad y alertó a los servicios de protección ambiental para analizar si entre los animales arrojados había especies en peligro de extinción.
Tras iniciar las pesquisas, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) informó que los ejemplares, entre los que no había ninguna especie prohibida, habían sido pescado legalmente y eran transadados congelados a granel a Ciudad de México en una camioneta que fue asaltada y «el producto se arrojó en la carretera por los delincuentes».
Los animales, de diferentes tamaños y en estado de descomposición, fueron trasladados para su estudio a dependencias de la policía de Michoacán.
Las autoridades corroboraron que se trataba de tiburones zorro ( Alopias spp), que no es una especie considerada en peligro de extinción en México, como sí lo son el tiburón blanco ( Carcharodon carcharias), el tiburón Peregrino ( Cetorhinus maximus) y el tiburón ballena ( Rhincodon typus).