La Huella Social de un producto revela los puntos en los que una empresa puede crecer o mejorar para aumentar su impacto positivo en la sociedad.
Fundación COPADE ha puesto en marcha un proyecto para mejorar las condiciones socioeconómicas de productores y productoras de Ecuador, mediante la aplicación de una herramienta innovadora para el cálculo de la Huella Social de productos, con el objetivo de promover un nuevo modelo de desarrollo sostenible que contemple el enfoque de género, la sostenibilidad ambiental, la seguridad alimentaria y la distribución equitativa de beneficios.
El proyecto es financiado por la Comunidad de Madrid y ejecutado junto a Fundación Maquita, representando una prueba piloto para comprobar que la herramienta funciona y es útil. Para ello, COPADE ya empezó a realizar los primeros levantamientos de información para línea base de la Huella con asociaciones ecuatorianas de las provincias de Cotopaxi, Chimborazo e Imbabura.
El equipo de COPADE está visitando los espacios de producción en las comunidades para acompañar el procesamiento de sus productos e identificar aquellas medidas que se puedan acometer para mejorar esa huella y, por tanto, su impacto.
El resultado también servirá para elaborar e impulsar a la creación de un Plan de Acción para cada cadena productiva de cara a mejorar su Huella, mediante la aplicación de diferentes medidas correctoras.
El objetivo es que la herramienta pueda ser utilizada por otros sectores productivos y en otros países. Con ese fin, COPADE estructurará toda la metodología y los resultados obtenidos para elaborar una documentación técnica y un material para su difusión a nivel internacional, de modo que el modelo de cálculo sea conocido y utilizado por cualquier persona u organización.
Además, la ONG hará encuestas a consumidores para conocer sus respuestas y actitudes hacia la herramienta.
“La Huella Social es el conjunto de impactos que genera la actividad productiva de una entidad sobre la sociedad en la que opera, afectando positiva o negativamente a las posibilidades de su desarrollo. Cada producto que consumimos, aunque sea muy pequeño, deja una huella en la sociedad».
«Se trata de un concepto totalmente innovador que puede convertirse en una herramienta muy potente para mejorar el impacto social en las organizaciones productoras. Además, permite a un consumidor ver fácilmente si un producto que está comprando tiene un impacto positivo o negativo en el entorno de la organización que lo produce, es decir, si afecta de manera positiva o negativa al bienestar social, a la economía local y al entorno”, explica el director general de COPADE, Javier Fernández.
Fuente: Fundación COPADE