La viceministra salvadoreña de Medio Ambiente, Lina Pohl, se declaró hoy poco optimista sobre la posibilidad de lograr un acuerdo para reducir las emisiones de CO2 en la cumbre sobre cambio climático de la ONU en Cancún (México) y lamentó que intereses nacionales prevalezcan sobre los mundiales.
«Cancún ciertamente no indica que se alcance un acuerdo de esta naturaleza», expresó a Efe Pohl, quien dijo ver con preocupación cómo para muchos el cambio climático «es una especulación», cuando para los centroamericanos «es una realidad».
Señaló que la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, encargada de organizar la cumbre, admitió que las prioridades de los participantes en la XVI Conferencia de las Partes de la ONU sobre Cambio Climático de Cancún (COP16), que se celebrará del 29 de noviembre al 10 de diciembre, «eran muy diferentes entre sí».
«Otro indicador obviamente son los desacuerdos que se han publicitado ya (…) entre China y Estados Unidos, ese tira y encoge, en que todavía en realidad siguen prevaleciendo los intereses nacionales por encima de un acuerdo global, un acuerdo vinculante para la reducción de los gases de efecto invernadero», afirmó.
La funcionaria aseguró que para El Salvador y Centroamérica, en general, «es muy importante que estos compromisos que son sustantivos y que sean vinculantes realmente se cumplan».
«El cambio climático ya nos llegó, ya no es una especulación teórica, ya no es una cuestión de futuro, para nosotros es una realidad ahora. Si no logramos controlar esas emisiones, si el planeta no logra controlar esas emisiones, nosotros consideramos que va a llegar a un punto en que ya no habrá mas adaptación», sostuvo.
Citó como ejemplos del cambio climático que este año El Salvador tuvo un récord histórico de lluvias o «eventos extremos y súbitos», como los recientes frentes fríos en la región.
Sobre las propuestas de aportar 30.000 millones de dólares entre 2010 y 2012 para los países en desarrollo y 100.000 millones a partir de 2020, la funcionaria apuntó que aunque estos fondos pueden resultar insuficientes para las necesidades globales, sí constituirían una «ayuda importante para los países».
«Pero no está claro si estos son fondos nuevos, son fondos adicionales o realmente se trata de reasignaciones presupuestarias de los Gobiernos», opinó Pohl.
Ante un posible acuerdo que reemplace al Protocolo de Kioto, que vence en 2012, la viceministra consideró que aunque en Cancún no se logren resultados, sí permitirá sentar las bases para «un diálogo más constructivo y más comprometido de cara a Sudáfrica», que será sede de la COP17 en 2011.
El Protocolo de Kioto es un tratado por el que 37 países industrializados y la Unión Europea se comprometieron a reducir sus emisiones de CO2 en una media del 5% con respecto a 1990 entre 2008 y 2012.
Pohl explicó que los centroamericanos tienen en agenda de adaptación, que implica «invertir fuertemente en restauración de ecosistemas», como una defensa natural contra los impactos del cambio climático.
«Tienen que fijarse y crear una nueva categoría de países más vulnerables, países como los nuestros con tremendas densidades poblacionales, donde no podemos hablar solo de bosques y selvas, donde lo que tenemos que hablar es de programas, de fuertes programas de restauración del ecosistema», añadió.
PNUMA




















