Los efectos de la explotación minera en Oruro han dejado pasivos ambientales desde la Colonia, agravados en los últimos 20 años por el uso descontrolado de sustancias altamente contaminantes –cianuro, arsénico, mercurio, sulfuros– y el vertido a los ríos de residuos contaminados por metales pesados por parte de empresas mineras y cooperativistas, han ocasionado un auténtico desastre ambiental en cuatro municipios del altiplano orureño: El Choro, Machacamarca, Huanuni y Poopó.
En la denominada sub cuenca de Huanuni, ubicada a unos 300 kilómetros al suroeste de La Paz, cerca de 53 mil habitantes sufren la contaminación de sus aguas, la salinización de miles de hectáreas de tierras que se convierten en vastos desiertos, la enfermedad y muerte de personas y animales, el éxodo de sus hijos a otras ciudades del país o al extranjero…
Durante un recorrido por la región, que culminó en el lago Poopó, se constataron los efectos de la polución minera y la sequía. Este lago, que según Wikipedia tenía una superficie de 3 mil 500 kilómetros cuadrados y 3 metros de profundidad en 1986, ahora tiene mil kilómetros cuadrados y un metro de profundidad.
Las aguas de este otrora floreciente ecosistema, se han retirado, según los lugareños, más de 10 kilómetros en algunas partes, dejando en su lugar una dura, blancuzca costra salina, que a unos dos kilómetros del espejo de agua se convierte en una capa de lodo, café en la superficie y abajo negro, denso y pegajoso como el alquitrán, sobre el que hay que caminar descalzo porque te arranca los zapatos.
Las poblaciones de aves silvestres cuyo hábitat era el lago, entre ellas patos y flamencos, se han reducido drásticamente; los totorales (plantas acuáticas ribereñas) son inexistentes en esta parte del lago. De las toneladas de pejerrey que se pescaban aquí sólo queda el recuerdo… Varios kilómetros antes de la ribera empiezan a encontrarse sobre la costra de sal botes de pescadores y redes abandonadas, algunos pececillos momificados, plumas de flamencos blancas y rosadas…
El líquido que alberga el Poopó, el segundo lago mayor del país después del Titicaca, es ahora salobre y su fondo se ha ido llenando de sedimentos contaminados de minas (colas en el argot minero) que, según la Coordinadora en Defensa de la cuenca del río Desaguadero, lagos Uru-Uru y Poopó (CORIDUP), arrastra el río Huanuni desde la mina del mismo nombre, la más grande del país, operada por la estatal Comibol (Corporación Minera de Bolivia) a través de la Empresa Minera Huanuni (EMH).
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