Las movilizaciones por la justicia climática y energética han recorrido el mundo este fin de semana. En Japón y en Indonesia han salido a la calle para pedir el fin del carbón, en Mozambique, las comunidades afectadas por proyectos gasísticos se han unido al Día de Acción y en Reino Unido han mostrado su rechazo a la técnica del fracking con dinosaurios gigantes.
Hoy 14 de octubre miles de activistas de Amigos de la Tierra participan en el Día de Acción por la Justicia Climática y Energética en más de 30 países de 6 continentes. En España, los grupos locales de la asociación han organizado acciones descentralizadas en cada territorio con una actividad central común a todos los grupos. Los activistas han pintado un mural de forma colectiva para denunciar a las grandes empresas energéticas, por el abuso de derechos humanos y por su responsabilidad frente al cambio climático.
Las movilizaciones por la justicia climática y energética han recorrido el mundo este fin de semana. En Japón y en Indonesia han salido a la calle para pedir el fin del carbón, en Mozambique, las comunidades afectadas por proyectos gasísticos se han unido al Día de Acción y en Reino Unido han mostrado su rechazo a la técnica del fracking con dinosaurios gigantes.
En España, los grupos locales de Andalucía, Aragón, Eivissa, Galicia, La Rioja, Mallorca y Madrid han reunido a sus activistas para reclamar una transición energética justa, tanto aquí como en el resto del planeta. A través de los murales creados por los participantes han representado la lucha colectiva para exigir renovables en manos de la gente y justicia climática. A su vez, desde la organización han querido rendir homenaje a los defensores ambientales que día a día se juegan la vida por sus comunidades.
En la acción de Madrid, Gustavo Castro, miembro de Amigos de la Tierra México, ha expuesto diferentes casos de violación de derechos humanos por parte de empresas energéticas en connivencia con los gobiernos de turno. El único testigo del asesinato de Berta a Cáceres ha remarcado la necesidad de exigir justicia frente a la impunidad de la que gozan las empresas transnacionales, mientras cometen crímenes contra la población. Tan solo en 2016, 200 activistas ambientales murieron asesinados por defender a sus comunidades y su entorno. Es el caso de la líder indígena lenca, Berta Cáceres, que fue asesinada en 2016 por oponerse a una macro-presa en Honduras.
Las voces a favor de la justica climática han resonado en todas la acciones a nivel internacional. No es de extrañar, solo en 2017 se han experimentado varios fenómenos meteorológicos devastadores, como sequías, huracanes e inundaciones, además de incendios forestales y desprendimientos de icebergs, favorecidos por el cambio climático. La situación ya debe considerarse como emergencia planetaria. A pesar de la situación tan crítica que vive el planeta, multinacionales y gobiernos de todo el mundo siguen apostando por fuentes de energía fósil; en la actualidad se están planificando o construyendo 850 nuevas plantas de carbón en 62 países, mientras la quema de combustibles fósiles es la principal causa del cambio climático.
Algunos expertos alertan de que el planeta tiene aproximadamente tres años antes de que se produzcan los peores efectos del cambio climático, por lo que es preciso detener las emisiones de gases de efecto invernadero cuanto antes. Todo indica que es el momento de dejar los combustibles fósiles bajo tierra y apostar decididamente por un sistema energético justo basado en fuentes de energía renovable y liderado por la gente.
Karin Nansen, presidenta de Amigos de la Tierra Internacional ha señalado que “cada vez son más las comunidades locales que están ganando batallas frente a las energías sucias, demostrando que las soluciones ya existen. Podemos ganar esta lucha si actuamos unidos”, ha concluido.
http://www.foei.org/es/noticias/por-que-es-necesaria-nuestra-unidad-a-nivel-mundial-para-combatir-el-cambio-climatico