Actualizar

miércoles, mayo 31, 2023

La Universidad de León patenta un sistema que reduce el parpadeo en la energía originada por aerogeneradores

Casi no es perceptible, pero el parpadeo (flicker, en inglés, como se denomina técnicamente) de la corriente eléctrica puede provocar molestias para las personas que tienen contacto con él. Ocurre, por ejemplo, en cebadores de lámparas fluorescentes o en ciertos tipos de hornos, en lo que los expertos denominan cargas con potencias fluctuantes. El parpadeo, el cambio en la intensidad luminosa en la corriente, puede ser originado por cierto tipo de aerogeneradores.

Un equipo de ingenieros de la Universidad de León ha realizado un estudio teórico sobre estas instalaciones eléctricas y han diseñado un sistema de control. Una patente, cuya tramitación se encuentra en las fases finales, protegerá esta investigación.

«Para resultar molesto para el ser humano, el parpadeo de la corriente eléctrica debe estar entre uno o dos y 20 ó 25 hercios, siendo la posición más molesta la que comprende los 8’8 hercios de frecuencia», explica a DiCYT Carlos López, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Sistemas y Automática de la Universidad de León. Esta fluctuación en la corriente eléctrica se origina en los lugares de producción, y hay algunos aerogeneradores que, debido a unas características técnicas, la pueden originar. «Los aerogeneradores a los que culpa son los más simples, los denominados de concepto danés», explica el experto, que ha coordinado un análisis sobre origen de estos cambios en la frecuencia de corriente eléctrica.

En la actualidad, los modelos de molinos de viento de concepto danés no son instalados en los países con gran penetración de esta tecnología, como España, desde hace varios años. Sin embargo, los primeros parques eólicos emplearon este tipo de generadores eléctricos. Ocurre, por ejemplo, en Manzanal (León), cuyo uso «ha sido casual», subraya el especialista. Hay que recordar que las posibilidades de que un parpadeo de este tipo resulte molesto para un individuo son casi nulas, ya que se ha introducido en la vigilancia de la red eléctrica española normas para su control. «Esta circunstancia es posible en redes débiles, pero no aquí. Es casi seguro que en un pueblo al lado del parque con este tipo de aerogeneradores que se abastezca de su energía eléctrica no ocurra nada, por lo que no hay que temer», incide López. «Es como si echáramos un chorro de gasolina en el Mediterráneo, esta claro que lo contamina, pero en una medida mínima», ejemplifica.

El estudio

Carlos López partió desde la base demostrada que en este tipo de aerogeneradores se produce el fenómeno de parpadeo y buscó un procedimiento para mitigarlo desde su origen. Para ello, realizó un estudio teórico sobre cómo se propagan las fluctuaciones que produce cada aerogenerador. A continuación, ideó un procedimiento de reducción del parpadeo basado en la velocidad de rotación de las palas de los molinos. Para el estudio de estas instalaciones, empleó cámaras digitales que registraban el movimiento constante de los aerogeneradores. De esta manera, surgió la idea de la creación de un sistema de reducción del flicker, que se ha protegido con una patente.

A propuesta de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad de León, el grupo de investigadores se dirigió a la Oficina de Patentes para comprobar que no existía ningún sistema similar. Las indagaciones de la Oficina mostraron que no sólo no se había protegido ninguna idea similar sino que la de estos ingenieros tenía una utilidad tecnológica, «en aquellos lugares sin alta penetración de la tecnología actual, ya que en países como España los nuevos parques eólicos no tienen este problema», precisa López.

La patente protege tanto el estudio teórico realizado como el sistema de control desarrollado. El estudio teórico se define a partir de la aplicación de un mecanismo de control del mecanismo del rotor en un número determinado de aerogeneradores, escogido por medio de un fórmula matemática (concretamente, la raíz del número estimado de molinos en un parque eólico). Este mecanismo de control en el rotor (el que genera la electricidad a través del movimiento de las palas) busca la fluctuación idónea en la muestra de aerogeneradores y la compara con el resto. «Este sistema es sólo aplicable en aerogeneradores de velocidad fija, como son los del sistema danés», indica el especialista.

El sistema de control está basado en la medición de las formas de onda de la corriente eléctrica y la comparación con las de la red interna del parque eólico. A través del contraste de los resultados, se ordena al aerogenerador que actúe para aportar una determinada posición angular según las bases de un patrón ya establecido. Hay que tener en cuenta que la fluctuación que se pretende evitar tiene que ver con la posición de las palas. Cuando éstas pasan frente a la torre se produce un efecto que se conoce como sombra de torre y que se convierte en esta anomalía en la corriente. Para la realización del estudio, el grupo de Carlos López contó con la colaboración del parque eólico de Manzanal.

 

www.dicyt.com

ARTÍCULOS RELACIONADOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Otras noticias de interés