El presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), José Donoso, advirtió hoy de que el Ministerio de Industria está sopesando un nuevo desarrollo legislativo en el que se consolide «el mismo modelo de registro de preasignación para todas las fuentes» renovables, y pidió que en el caso de la eólica no se recurra a esta solución, sino que se lance una normativa «propia».
La eólica requiere inversiones «más a largo plazo y más cuantiosas» por proyecto que las de energía solar y, si se rige por un sistema de cupos trimestrales, sufrirá un incremento en las primas de riesgo asociadas a los proyectos, indicó Donoso en un desayuno organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie). Frente a esta opción, Donoso abogó por mantener el sistema de actas de puesta en marcha ya probado con «éxito» en España.
Donoso lamentó además que la política de Industria se haya centrado en «reducir el déficit de tarifa» y que «en esta prioridad se haya metido a todos en el mismo saco, cuando la eólica no es parte del problema, y por ello (un recorte a sus primas) no debería ser la solución». Limitar esta tecnología sería «dispararse a la propia pierna», dijo.
La cuestión de los cupos, en la que las posiciones están «muy alejadas», forma parte de las negociaciones entre la AEE e Industria, junto a otras tan controvertidas como un recorte retroactivo de primas a los proyectos en marcha. Sobre este asunto, Donoso indicó que las partes están «un poco más cerca» y que Industria se muestra ahora «más sensible», sobre todo porque las inversiones en renovables conllevaron préstamos por cerca de 30.000 millones que se deben devolver a los bancos a través de un calendario ya establecido.
En todo caso, Donoso sugirió que AEE podría «estudiar» alguna fórmula para los proyectos instalados siempre y cuando no afecte a la prima. Como condiciones a cualquier cambio, citó que se garantice la «legalidad», que se mantengan tasas de retorno del 8% y que en ningún caso los costes del proyecto superen los ingresos. «Cualquier retroactividad rompe la confianza hacia el sector. Es un principio básico», añadió.
DECRETO SOBRE PROTOTIPOS.
Otro de los asuntos sobre los que se negocia, y que está tan avanzado que ya hay incluso un borrador de decreto para contemplarlo, es el de facilitar la instalación de prototipos de molinos para incentivar la I+D. «El 6/2009 tenía algunos aspectos negativos como paralizar la I+D, ya que Industria impidió instalar nuevos parques hasta 2012, y con esto estaban parando los prototipos», explicó, antes de indicar que el Gobierno ha corregido esta cuestión y prepara además una norma que incentive los aerogeneradores experimentales marinos.
Por último, citó los parques ya terminados y aún no conectados a la red por problemas técnicos o jurídicos como otro de los flecos de la negociación. Estos parques suman 360 megavatios (MW) de potencia que AEE desea integrar este año en la red mediante una «convocatoria cero».
Al margen de esta nueva potencia, Donoso dio por hecho que este año no se alcanzará el objetivo de 20.150 MW para 2010, lo que demuestra que en este sector no ha habido «burbuja» y lo que vendrá acompañado de una ralentización que durante el presente ejercicio se cobrará cerca de 15.000 empleos. De hecho, este ritmo de nueva potencia es el menor desde el año 2000.
La asociación empresarial ha renunciado a su reivindicación de que, para no detener el sector, los megavatios previstos para los próximos años puedan adelantarse a 2010. «No lo van a hacer. Nos habría gustado, pero no están por la labor» en Industria, lamentó Donoso.
MÁS BARATO QUE EL GAS.
Durante su intervención, Donoso aseguró que las primas a la eólica sumarán en los próximos veinte años 28.000 millones, frente a los 50.000 millones en los que quedaría el coste de producir la misma electricidad con gas, una vez contabilizado el precio de este combustible y el valor del CO2 que emite.
El presidente de AEE pronosticó que, «en cuanto suba el precio de la energía» y se encarezcan los combustibles fósiles, «la eólica será una garantía de competitividad para la economía». En la actualidad, cada hogar medio dedica 1,3 euros al mes a esta fuente, pero el efecto amortiguador de la eólica sobre el mercado eléctrico ahorra una media de 160.000 euros de coste energético a cada gran industria.
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