El carbón y el gas se han quemado durante años, pero la aparición de una forma de energía que contiene agua podría acabar con ellos. Si el primer motor de hidrógeno logró revolucionar el sector energético, lo que se ha descubierto en un estudio cambiará todo lo que conocemos hasta ahora. Los combustibles fósiles han mostrado su valía duranta décadas. Sin embargo, dejan una huella ambiental demasiado alta. Por este motivo, la humanidad está buscando nuevas formas de abastecimiento energético como hidrógeno.
Este vector energético se presenta ante el mundo como un recurso casi inagotable con impacto ambiental mínimo cuando se genera de forma sostenible. Además de ser un elemento versátil, puede almacenarse y transportarse, convirtiéndose en una solución óptima para aplicar en el ámbito industrial.
Uno de los rasgos más llamativos del hidrógeno en pleno proceso de descarbonización mundial es el hecho de que su único subproducto es agua. El hidrógeno verde podría ser vital para descarbonizar sectores críticos como el transporte y la industria.
El carbón y el gas podrían quedar a un lado: el agua (concretamente, el hidrógeno) podría ser el futuro
Según el proveedor global de análisis del mercado energético Aurora Energy Research, el pronóstico es que la demanda de electricidad en España suba un 19% entre 2024 y 2030, impulsada principalmente por la electrificación, la industrialización y el incremento de la producción de hidrógeno verde.
En 2030, la demanda de electricidad en España llegará a los 294 TWh, representando este número una subida de casi 50 TWh respecto a 2024, y casi el 8% de esta progresión provendrá de la generación de hidrógeno verde.
El Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 26 de septiembre, fija objetivos de hasta 12 GW de capacidad de electrolizados para 2030. En ciertos sectores, la disposición de los compradores a pagar por el hidrógeno ha sobrepasado las expectativas, especialmente cuando el pronóstico es que los mandatos de la Unión Europea exijan a los usuarios de hidrógeno usar un porcentaje de hidrógeno verde en comparación con el gris.
Una postura alineada con los nuevos requisitos difundidos a principios de septiembre para la producción de combustible renovable de origen no biológico (RFNBO).
El potencial del hidrógeno emerge: adiós a quemar carbón y gas
En este contexto, un grupo de investigadores del Centro Aeroespacial Alemán (DLR) han probado con éxito la transformación de microturbinas comerciales de gas para funcionar con hidrógeno puro, según informa DLR Magazine.
Este progreso abre la puerta a alternativas más limpias frente al carbón y otros combustibles fósiles. Demuestra la posibilidad de utilizar infraestructuras existentes para una transición hacia fuentes renovables.
El equipo llevó adelante varias pruebas en una turbina modélica y optimizó su sistema de combustión para que pudiera utilizar hidrógeno sin provocar óxidos de nitrógeno en niveles altos. Este procedimiento asegura una quema eficiente y respetuosa con el entorno, un aspecto esencial para cumplir con los objetivos climáticos.
Además de la adaptación de las turbinas existentes, el proyecto también focalizó la atención en la integración con redes eléctricas y sistemas industriales. Las pruebas abarcaron cálculos detallados sobre el rendimiento térmico y el impacto ambiental, resaltando su viabilidad para aplicaciones a gran escala en la producción de energía.
El grupo de DLR demostró que la tecnología del hidrógeno es viable y, además, una de las alternativas más prometedoras para descarbonizar industrias y sistemas energéticos. Las pruebas efectuadas confirman que las turbinas adaptadas pueden operar con una eficiencia alta y bajas emisiones, dando solución a uno de los mayores desafíos de la transición energética.
De esta manera, ‘quemar agua’ podría ser el futuro y la quema de carbón y gas pasar a ser parte del pasado. En Japón también están explorando el hidrógeno: llevan 3.000 horas produciéndolo sin parar.