Japón lanzó su primer motor de hidrógeno hace años y acabamos de descubrir qué lleva realmente. Una noticia impactante que supera incluso el furor causado por el primer turbomotor de hidrógeno. La compañía japonesa Toyota es una firma pionera en el desarrollo de hidrógeno.
Ya en 1992, cuando este elemento estaba lejos de ser considerado una opción de combustible viable, la compañía ya pensaba en implementar la pila de combustible en la industria automotriz y logró su cometido. En 2014 llegó el ansiado primer coche eléctrico de hidrógeno fabricado en serie: el Toyota Mirai.
Después llegó la próxima generación con un tanque más de hidrógeno, 650 km de autonomía y un menor consumo. Ahora, en 2024, esta reconocida firma de Japón sigue dando de qué hablar con su propuesta de hidrógeno en un contexto mucho más favorable que el siglo XX.
El vehículo eléctrico de pila de combustible Mirai impacta en el mundo combinando hidrógeno y oxígeno del aire exterior para producir potencia, sin emisiones por el escape, para impulsar al ser humano hacia un futuro plagado de nuevas posibilidades.
El hidrógeno está más instaurado en el sector del transporte que nunca debido a la necesidad de su implementación. Si bien los combustibles fósiles han demostrado estar a la altura de las circunstancias, la elevada huella ambiental que dejan obliga al mundo a buscar nuevas opciones.
En este punto es en el que el hidrógeno se ensalza como el posible combustible del futuro. El hidrógeno verde, procedente de energías renovables, se vislumbra como una salvación para la renovación automotriz que se acerca.
Japón sigue triunfando con su primer motor de hidrógeno, pero ¿qué lleva realmente?
En 2021, Motor Pasión probó el Toyota Mirai y publicó detalles sobre esta pieza revolucionaria, correspondiente a la segunda generación del modelo. Entonces, advirtieron que el Toyota Mirai se parecía ligeramente el Lexus LS porque compartían la plataforma modular GA-L.
El Mirai 2021 brindaba una plaza más que en la generación anterior, con espacio para cinco pasajeros. Además, presentaba 275 kg de mayor ligereza que el LS, ya que el Mirai registraba un peso de 1.900 kg. El diseño exterior mostró un cambio considerable hacia una estética más agradable.
Anotó una plataforma con tracción trasera más baja y ancha y un uso de neumáticos de mayor diámetro (la versión tope de gama dispone de llantas de 20 pulgadas). Asimismo, expuso un frontal más bajo. El centro de gravedad rebajada queda anclado por una moldura bajo el paragolpes, mientras que las luces frontales se dispusieron en un diseño de dos niveles.
En la parte superior, unas unidades ópticas largas y afiladas, las más imponentes de un Toyota llegan a los laterales del vehículo. Por otro lado, en el inferior, las luces se tornaron finas y alargadas.
La adopción de la plataforma GA-L hizo posible una reubicación de los elementos del grupo de pila de combustible y la transmisión de manera que se aprovechó mejor el espacio. El sistema de pila de combustible, que también usa un polímero sólido, es más compacto, ligero y potente, y se reubica en el vano motor. Registró una composición de 330 celdas, en lugar de las 370 manifestadas en la generación anterior, con una potencia máxima de hasta 129 kW (174 CV).
Japón tiene un motor de hidrógeno que lleva años en la palestra
La batería de alto voltaje del modelo proveniente de Japón pasó a ser de iones de litio y de 204 celdas a 84, con una tensión nominal de 310,8 V. Tanto la batería como el motor eléctrico quedaron situados encima del eje posterior, con un peso conjunto del modelo de 44,6 kg, dos kilos menos que la generación Mirai pasada.
La generación probada por el portal mencionado observó una capacidad de 5,6 kg de hidrógeno, en comparación con los 4,6 de la primera versión. En litros queda traducido a 142. Se trataron de tres depósitos dispuestos en forma de T: el más largo recorre longitudinalmente el centro, y otros dos más pequeños transversalmente bajo los asientos traseros y el maletero.
Volviendo al presente, la web oficial de Toyota brinda detalles actuales sobre el Toyota Mirai y señala que sigue contando con tres tanques de hidrógeno, un alcance de manejo estimado combinado de hasta 402 millas y un tubo de escape cero emisiones.
Con un motor de hidrógeno del que ya se habla en todo el mundo, Japón se posiciona entre los países más privilegiados en lo que concierne a esta tecnología. Expertos en la materia aseguran que el éxito del Toyota Mirai solo significa una cosa: futuro. Un futuro que también está tratando de alcanzar Noruega con un motor que fusiona hidrógeno con un poderoso nuevo combustible.