España va a vender unos compuestos a la Unión Europea que son claves para la bioenergía. Encabezan el crecimiento de los biocombustibles sólidos en la UE y se utilizaban para la calefacción. Este tipo de energía tiene participación en el mix energético y te vamos a explicar el porqué. Cuando hablamos de “bioenergía” nos referimos a un tipo de energía que viene de la transformación de biomasa.
O sea, un material orgánico que puede aprovecharse para producir calor, electricidad y combustibles. Alberga un potencial increíble, ya que permite usar diferentes tipos de residuos orgánicos para transformarlos en energía rentable y sostenible.
Además, tiene una gran importancia en la transición energética, ya que es una energía prácticamente neutra respecto a emisiones de carbono y ayuda a que la economía circular sea posible gracias a la reutilización de recursos.
En esta ocasión, nos concentraremos en los pellets de madera, que encabezan el auge de los biocombustibles sólidos en la Unión Europea. El uso de biocombustibles sólidos en todas sus formas ha aumentado en los últimos veinte años. Su consumo en la UE prácticamente es del doble del registrado en el año 2000, según el barómetro de biocombustibles sólidos 2023 de EurObserv’ER.
Los pellets de madera han sido uno de los principales motores de este progreso a nivel doméstico e industrial.
Estos compuestos clave para la bioenergía han cambiado su posición en la UE
Según el estudio mencionado, la generación de electricidad tomando como punto de referencia los biocarburantes en la UE fue de 87,6 teravatios-hora (TWh) y el consumo de calor que viene de biocombustibles sólidos de 81,4 Mtep (tonelada equivalente de petróleo).
El informe recoge que el uso de estos biocombustibles sólidos en todas sus formas ha subido en las dos últimas décadas. Su consumo es el doble del registrado en el año 2000 (53,6 Mtep en 2000, 89,3 Mtep en 2010 y Mtep en 2022).
Los biocombustibles sólidos pueden tomar diferentes formatos: desde madera en rollo hasta pellets de madera, residuos y subproductos de madera, residuos, residuos vegetales y otros residuos industriales renovables.
El estudio estima que la producción de insumos extraídos de suelo europeo en 2022 quedó en 98 Mtep aproximadamente. Una cifra que representa un bajón interanual del 2,8% respecto a 2021, año en el que la producción de la Unión Europa descendió a 2,8 Mtep.
No obstante, la generación de pellets de madera de la UE está creciendo y ya ha cambiado sus números de 19,8 millones de toneladas en 2021 a 20,4 millones en 2022 (un 3,2% más). Por otro lado, la capacidad de producción subió de 25,65 a 27 millones de toneladas.
El análisis registra que este aumento se ha visto incentivado por la apertura de 63 nuevos centros. “El menor crecimiento de la producción en comparación con las capacidades de producción puede explicarse por el fuerte aumento de los costes de producción debido a las subidas de los precios de la energía».
«Y también a la reducción del suministro de madera rusa y bielorrusa (debido al embargo europeo) destinada a la transformación en pellets de madera en suelo de la Unión Europea”, informan.
Los compuestos vinculados a la bioenergía son cruciales en la UE
Por otro lado, las importaciones netas de biocarburantes sólidos (madera y pellets de madera) en toda la UE han sido bajas e incluso han llegado a estar por debajo del nivel de 2021 (3,7 Mtep en 2021 y 2,3 Mtep en 2022), cuyo origen radicaba en países que formaban parte de la Unión Europea y Norteamérica.
La caída de las importaciones de 2022 está ligada el embargo ruso y bielorruso de pellets de madera, además de la legislación europea sobre sostenibilidad de la biomasa, que está ingresando de manera gradual y afecta a determinados flujos de suministro fuera de la UE, particularmente de Norteamérica.
Respecto al consumo, estos compuestos vinculados a la bioenergía —y que no conviene confundir con estos que tanto daño causan en algunos de las costas de nuestro país—, han sido uno de los principales motores del crecimiento energético de los biocombustibles sólidos en la UE. Los sectores domésticos y comerciales contemplan el 56% del consumo de la UE en 2022 (ante el 51% del 2021). Como ves, lo mismo que usas en calefacción tiene una aplicación todavía mejor.