Corea ha reportado el mayor hito energético de la década. Un descubrimiento con el que podría cambiar el mundo. En esta época de cambio climático y desarrollo tecnológico, crece diariamente el interés por los combustibles del futuro y las nuevas energías. Si bien el petróleo se ha visto como la opción predilecta durante décadas, hoy la humanidad busca alternativas más compasivas con el medioambiente. Bajo este marco, Corea ha logrado una proeza energética de la que el mundo entero habla.
El catalizador en el que trabaja Corea sorprende al sector energético
Tras presentar este motor futurista, Corea ha desarrollado un nuevo catalizador para la producción eficiencia de hidrógeno a partir de amoníaco. Disminuye la energía necesaria para romper el amoníaco un 20%. Asimismo, crea hidrógeno un 70% más rápido.
Científicos de Corea del Sur ha elaborado una nueva manera de fabricar catalizadores, recursos que aceleran reacciones químicas. Hace posible la producción de hidrógeno de una forma más eficiente a partir de hidrógeno. El amoníaco se compone de tres átomos de hidrógeno y uno de nitrógeno. Alberga una importante ventaja.
Puede almacenar grandes cantidades de hidrógeno en poco espacio. Característica que lo transforma en un óptimo “portador” para transportarlo y almacenarlo. Sumado a esto, existe una infraestructura global para mover y almacenar amoníaco, contexto que lo convierte en una opción más económica que otras.
Sin embargo, tiene un desafío por solventar. Es necesaria una tecnología especial que todavía no se ha desarrollado para conseguir hidrógeno a partir de amoníaco. Es en este punto en el que toma relevancia el nuevo catalizador procedente de Corea.
La clave de su sistema es el rutenio, uno de los metales más eficaces para romper amoníaco y liberar hidrógeno. ¿Cómo? A temperaturas más bajas que otros materiales (entre 500ºC y 600ºC), rasgo que lo hace sumamente eficiente.
No obstante, el rutenio es muy escaso y caro, por lo que es difícil su empleo a gran escala. Hasta ahora, se empleaba en forma de nanopartículas (partículas muy pequeñas) para aprovecharlo al máximo. Pero generar estos nanocatalizadores es complejo y costoso.
Sistema propuesto por Corea
El equipo de investigación dirigido por el Dr. Kee Young Koo, del Departamento de Investigación del Hidrógeno del Instituto de Investigación Energética de Corea, elaboró una nueva manera de fabricar catalizadores de rutenio.
Para ello, utilizaron el “proceso de polialcohol” o poluol process. Este sistema es más simple y económico que los del pasado. En líneas generales, para evitar que las nanopartículas se unan entre sí, se suman sustancias especiales denominadas “agentes de recubrimiento” (capping agents).
Estos aditivos elevan el precio del proceso. Los investigadores de Corea hallaron la manera de evitarlos. Detectaron que con el uso de una sustancia llamada butilenglicol, con una cadena de carbono más larga, controlaban el tamaño y la dispersión de las partículas sin necesidad de nada más.
A través de este procedimiento, produjeron partículas de rutenio de solo 2.5 nanómetros (alrededor de 40 000 veces más pequeñas que el grosor de un cabello humano), repartidas de manera uniforme y con una elevada actividad para producir hidrógeno.
El catalizador de Corea arrojó resultados sorprendentes
Funciona mucho mejor que los anteriores. Baja la energía necesaria para romper el amoníaco un 20% y genera hidrógeno un 70% más rápido. Adicionalmente, cuando su rendimiento se mide en cuestiones de tamaño, resulta tres veces más eficiente que los catalizadores convencionales.
Corea quiere probar el catalizador en formato de pellets (como pequeñas astillas). Su proyección es usarlo en diversos sistemas creados para romper amoníaco y extraer hidrógeno. Corea ha logrado el mayor hito energético de la década. Con esto podrían cambiar al mundo. En paralelo, se asegura que Corea ha encontrado el Santo Grial de la energía.