Basta ya de carbón
El ‘imparable’ avance del carbón. La era del carbón está muy lejos de terminar, según los datos del último informe del Monitor Mundial de la Energía. La octava encuesta anual de Global Energy Monitor demostró que en 2021, 79 países producían casi 2.100 gigavatios (GW) de electricidad, en más de 2.400 centrales eléctricas de carbón.
Este informe también señala que, la cantidad de electricidad generada a partir de la quema de carbón aumentó un 9% durante 2021 alcanzando con ello cotas máximas históricas. Esto sucedió tras la caída del 4% experimentada en el año 2020. Una disminución que se atribuyó en parte a la pandemia de COVID19.
A día de hoy hay 34 países que están planificando la construcción de nuevas plantas de carbón. Y ya se están edificando otras 189, que ampliarán la capacidad mundial en 176 GW También se está considerando realizar modificaciones en casi 300 plantas de carbón, que implicarían un incremento adicional de 280 GW.
Frente a esta realidad, están las recomendaciones que han hecho la mayoría de las ONG ambientalistas del mundo, la Agencia Internacional de Energía (IEA), los climatólogos y científicos especializados en cambio climático y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Que es fundamental acabar con la quema de carbón lo antes posible.
Seguimos ignorando a los expertos
Hace décadas que quienes realmente saben del tema, nos vienen advirtiendo lo imprescindible que es detener la construcción de nuevas centrales eléctricas que se alimenten de carbón. Y también insisten en que paulatinamente se debe reemplazar las que ya existen por otras cuyas fuentes sean energías renovables. Pero en vez de ello se ha detenido la reconversión y las nuevas plantas se multiplican por todo el mundo
También es cierto que casi se ha duplicado el número de centrales térmicas de carbón que ya tienen fecha de cierre. De hecho, suman más de 750 centrales que producen 550 GW. Pero en 2021 la capacidad de producción de electricidad de las centrales térmicas de carbón, en vez de bajar se ha incrementado 18,2 GW. Ese repunte se añade a la desaceleración en los cierres de plantas de carbón provocado por la COVID19.
Los ‘gigantes’ contaminantes no ayudan
Corea del Sur, China y Japón se han comprometido a no financiar nuevas centrales eléctricas de carbón en otros países: Pero el gigante asiático no aplica esa medida internamente. A día de hoy entre las plantas actuales y las que está construyendo China acapara el 56% de la capacidad de producción eléctrica por carbón a nivel mundial.
El ‘imparable’ avance del carbón. En abril de 2021, el presidente Xi anunció que, entre 2021 y 2015 se pondría en marcha una limitación nacional en el aumento del consumo de carbón. Y agregó que, entre 2026 y 2030 lo eliminarían como fuente de producción eléctrica. Según él, ese es el camino que su país seguirá para disminuir sus emisiones de carbono antes de 2030 y alcanzar la neutralidad durante los siguientes 30 años. Pero visto lo visto, estas afirmaciones parecen como poco: utópicas.
El resto de países aparentemente estaría en el camino correcto, puesto que, por cuarto año consecutivo hay una reducción en el número de plantas de carbón. Pero también es evidente que el ritmo de disminución ha bajado de manera alarmante. Y la construcción de nuevas plantas se ve como un enorme paso hacia atrás, en la necesaria y cada vez más imprescindible transición energética hacia las renovables.
Los 27 estados miembros de la Unión Europea retiraron 12,9 GW de capacidad de generación a través del carbón en 2021. Esta es una cifra récord que incluye 5,8 GW de Alemania, 1,7 GW de España y 1,9 GW de Portugal. El caso del país vecino es digno de emular. En noviembre de 2021 Portugal eliminó por completo la producción eléctrica en base al carbón. Eso significa que lo consiguió 9 años antes de la fecha prevista, que era en 2030.