El dueño de Internet está listo para utilizar un invento que se infla con CO2 y otorga energía las 24 horas del día. Al saberse sobre esta noticia, se enfatiza el papel de las baterías en la sociedad actual, donde la tecnología y la electrónica forman una parte integral de nuestra vida.
Utilizamos energía todo el tiempo. Con el uso de teléfonos móviles, ordenadores, dispositivos médicos y hasta vehículos (eléctricos). Todos estos dispositivos necesitan de baterías para cumplir su desempeño satisfactoriamente.
A medida que la tecnología progresa, la importancia de las baterías incrementa. No obstante, este crecimiento en la dependencia de baterías no es “gratis”. Viene acompañado de severos costos ambientales, dado que la producción y eliminación de baterías puede dañar el medioambiente.
Energía 24 horas y un almacenamiento limpio: la nueva apuesta del dueño de Internet
Tras saberse sobre el “agujero negro del carbono” en el que está involucrado Google, se ha sabido del nuevo proyecto del dueño de las búsquedas en internet. Google instaurará baterías de CO2 de la empresa italiana Energy Dome, capaces de abastecer energía limpia durante 24 horas.
No solemos escuchar la presencia del dióxido de carbono en noticias de innovación verde. No obstante, la nueva unión entre Google y Energy Dome ha cambiado este paradigma. Lo utilizará como eje central en métodos de almacenamiento de energía para estabilizar la red eléctrica basada en renovables.
La clave del proyecto radica en solucionar un problema de índole real: la intermitencia del sol y el viento. Conforme aumenta el despliegue de energía limpias, se hace cada vez más urgente hallar soluciones capaces de almacenar grandes cantidades de electricidad.
Todo esto de manera segura, económica y por más tiempo del que consienten las baterías de ion-litio. La iniciativa de Energy Dome ya está en marcha en una planta comercial de 20 MW y 200 MWh en Cerdeña, Italia. Se basa en un concepto simple, pero potente. Versa sobre comprimir y expandir dióxido de carbono en un circuito cerrado para almacenar y liberar energía.
Google tiene un objetivo claro con estas baterías de energía
Cuando se reporte un excedente en la producción (por ejemplo, durante el mediodía en un parque solar), el CO2 se comprime y almacena en estado líquido. Cuando la demanda renovable disminuye, se deja expandir, originando presión que acciona una turbina y crea electricidad.
Un proceso que se despliega sin la difusión de CO2 adicional. El gas se conserva en el interior del sistema y se reutiliza de forma continua. Queda como resultado una batería capaz de proporcionar una energía limpia durante hasta 24 horas seguidas.
Es un beneficio considerable frente a las 4 horas habituales del litio. Sumado a esto, al emplear materiales abundantes y no inflamables, su producción y mantenimiento resultan más seguros y asequibles. Si bien Google no ha revelado todavía dónde serán instalados los primeros sistemas, su meta es clara.
Quiere desplegar almacenamiento de larga duración (LDES) en sus proyectos energéticos en diferentes regiones del mundo. La inversión directa realizada en Energy Dome confirma que no responde a una apuesta simbólica, sino estratégica.
Potencial del almacenamiento de energía que potencia Google
El almacenamiento de CO2 tiene potencial para transformarse en una herramienta clave para acercarnos a la ansiada transición energética global.
Su uso podría derivar en un mayor uso de renovables, redes eléctricas más estables, costes más bajos a largo plazo y un complemento óptimo para otras tecnologías verdes. Podría potenciar el uso de bobas de calor, cargadores de coches eléctricos o redes inteligentes.
Se inflan con CO2 y dan energía las 24 horas. Así son las baterías por las que apuesta Google, el dueño de internet, para alimentarse. En contraposición, aseguran que Google estaría pensando en rendirse ante el mayor desafío del planeta.