Gracias a sus enormes reservas de petróleo, Arabia Saudí, se ha vuelto una nación muy poderosa, sin embargo, el petróleo ya no es lo mismo que antes y ahora la balanza, podría inclinarse a favor de España, quien tiene otros recursos valiosos.
El petróleo ya no es lo mismo
Cuando pensamos en naciones que dominan el mercado energético, una de las primeras que se nos viene a la mente es a Arabia Saudí, con sus enormes reservas de petróleo, que la ha convertido en una potencia global.
Sin embargo, las cosas han ido cambiando, pues hoy en día, la mayoría de los países se pusieron la meta de transicionar a energías limpias, y el petróleo, es un combustible fósil, por lo cual su valor ya no es el mismo que hace unos años.
Ahora los países tienen otras prioridades y una de ellas es precisamente reemplazar al petróleo por un nuevo combustible, que sea renovable, abundante y sobre todo que no contamine nuestro planeta, pero ¿Existe algo así?
La respuesta es sí y se trata del hidrógeno verde, un elemento que podría revolucionar la historia energética de cualquier país que lo produzca, ya que a diferencia del petróleo, el hidrógeno verde se puede obtener con energías verdes, como la eólica o la solar.
España un país privilegiado
Es aquí donde España se vuelve el candidato ideal, para fabricar el hidrógeno verde pues produce grandes cantidades de energía solar y eólica, de hecho, el potencial de estas energías es tan grande que la gente prefiere sembrar paneles en vez de alimentos.
Lo más curioso es que a pesar de su gran potencial para producir energía limpia, hasta el 10% de esa energía se desperdicia, porque la red eléctrica no tiene la infraestructura suficiente para incorporar toda la energía generada.
Este desperdicio, era considerado un gran problema, pero ahora se convierte en una solución, pues esa energía sobrante se puede usar para producir hidrógeno verde y así el país se convertiría en la Arabia Saudí del hidrógeno verde.
Proyectos ambiciosos: que empiece el juego
Aquí es donde entra uno de los proyectos más ambiciosos del país y es el HyDeal España, una iniciativa que sin duda demuestra el gran compromiso de la industria local, con una inversión estimada de 380 millones de euros.
Este megaproyecto está impulsado por empresas clave como Enagás, Naturgy, Repsol, Acciona y Cepsa y su objetivo principal es la producción de hidrógeno verde a gran escala para uso industrial, creando un centro de producción que se conecte directamente con la demanda del país.
También están desarrollando el proyecto H2Med, que incluye la construcción de un gasoducto submarino, conocido como BarMar, que conectará la costa de Barcelona con Marsella, en Francia, abriendo un camino para que España pueda exportar su producción de hidrógeno a gran escala.
Otro proyecto fundamental para la estrategia nacional es el Valle del Hidrógeno de Castilla y León, con una generosa inversión de 20 millones de euros, que busca convertir a la región en un polo industrial en torno a este nuevo combustible.
Pero lo más impresionante de este proyecto es el aporte que hará a nuestro planeta, pues se estima que al operar a plena capacidad, este valle podría evitar la emisión de hasta 152 000 toneladas de CO₂ al año ¡Realmente impresionante!
Los retos son para superarse
La oportunidad del país es enorme, sin embargo, también debe superar varios desafíos, pues la producción de hidrógeno verde sigue siendo un proceso costoso y, aunque los proyectos avanzan, la competencia es feroz.
El principal obstáculo es la necesidad de una regulación clara y la agilidad para que los proyectos planeados se hagan realidad, esto es muy importante, ya que si España no acelera la inversión, la regulación y la construcción de la infraestructura necesaria, otros países podrían tomar la delantera.
Sin duda, España tiene todo el potencial necesario para convertirse en la Arabia Saudí del hidrógeno verde y aprovechar toda esa energía limpia que se está desperdiciando, pero debe actuar rápido antes que otro país se le adelante, sobre todo ahora que China está comprando su territorio.