Un nuevo avance científico pone en jaque al petróleo y la gasolina convencional. Se acerca el día en que solo utilizaremos la gasolina del futuro. Estamos en la era de los “nuevos combustibles”, ya que existe una amplia variedad de fuentes de energía y tecnologías emergentes. Su objetivo es sustituir o complementar los combustibles fósiles convencionales (hasta que sea posible dejar de lado la dependencia a ellos). Las nuevas tecnologías progresan en la industria automotriz con combustibles más eficientes y menos contaminantes. Uno de ellos está ganando especial notoriedad, al punto de que aseguran que es “la gasolina del futuro”.
La gasolina del futuro se acerca: aniquila a la convencional
Tras comunicarse la existencia de los motores más poderosos que escupen vapor de agua, ha salido a la luz el alcance de la gasolina del futuro. Es el famoso hidrógeno verde. Un grupo de científicos ha alcanzado un significativo avanza en la búsqueda de fuentes de energía limpia.
Se trata de un gran avance al encontrar un catalizador para la producción de hidrógeno. No solo es más económico. También más potente.
Un descubrimiento que aborda uno de los principales obstáculos para la adopción masiva del hidrógeno verde: el alto coste del iridio, un metal precioso y esencial en el proceso de división del agua para producir este combustible.
A través de minuciosas pruebas de laboratorio, el catalizador ha sido capaz de igualar y superar el rendimiento de los actuales catalizadores comerciales basados en iridio. Su coste, un rasgo crucial para la viabilidad a gran escala, se acota de forma sustancial, suponiendo alrededor de una decimosexta parte del precio del iridio.
Este factor económico es esencial para lograr que el hidrógeno limpio se vea como una alternativa globalmente viable. Así las cosas, este hallazgo no responde únicamente a un hito científico. Es una solución pragmática que prepara el camino para una producción de hidrógeno limpio más eficiente y accesible.
El hidrógeno verde es la nueva gasolina: Y ahora podríamos crearlo en masa
La promesa de una energía más sostenible y asequible se ve fomentada considerablemente debido a la introducción de este reemplazo del iridio, algo que podría redefinir el futuro energético. Este catalizador se encontró producto de la “megalibrería”, una herramienta gestada en la Universidad Northwestern.
Este método permite hacer ensayos de millones de combinaciones de nanopartículas en un diminuto chip del tamaño de la yema de un dedo. Se describe como la primera fábrica de datos de nanomateriales del mundo. Debido a su extraordinaria capacidad, el candidato inicial para el reemplazo se interceptó en una sola tarde.
Se reconfiguró la velocidad del descubrimiento científico, según SciTechDaily. El catalizador en sí se trata de un material multimetálico, concretamente un oxído compuesto por rutenio, cobalto, manganeso y cromo. Las pruebas de laboratorio confirmaron lo óptimo del nuevo compuesto.
Igualó o superó el rendimiento de sus homólogos basados en iridio. Además, logró hacerlo a una fracción significativa de su coste, alrededor de la decimosexta parte.
La nueva gasolina pone en jaque al petróleo: encuentran una nueva manera de conseguirla
Sumado a esto, su estabilidad operativa destaca, conservando una elevada eficiencia y una óptima resistencia en un ambiente ácido durante más de mil horas. Estos resultados de calado fueron validados a nivel científico y publicados el pasado 19 de agosto en Journal of the American Chemical Society (JACS).
En ese aspecto, el impacto ocasionado por la “megalibrería” traspasa el descubrimiento del catalizador de hidrógeno.
Esta perspectiva tiene potencial para generar fuertes cambios en el hallazgo de nuevos materiales en diferentes industrias e incorporar la inteligencia artificial en el diseño de compuestos avanzados. La capacidad de acelerar la investigación de esta forma enfatiza una visión optimista del futuro, donde se augura que la “gasolina del futuro” tendrá un lugar relevante. Siguiendo esta línea, Corea dice adiós a la gasolina y apuesta por un motor futurista de hidrógeno.