Ley de Industria Net Zero: ¿Blanquea la energía nuclear? No solo se debe apostar por las energías renovables más comunes, como son la eólica o la solar. Sino que resulta de fundamental importancia ocuparse del almacenamiento de carbono. Esto resulta esencial a la hora de alcanzar los objetivos climáticos que se ha propuesto la Unión Europea en vistas a 2030 y 2050.
La Agencia Internacional de Energía informó este año que si todas las naciones cumpliesen con los compromisos adquiridos en cuanto a objetivos climáticos y energéticos, esto repercutiría en el mercado de las tecnologías que resultan claves para el desarrollo e implementación de las energías limpias.
Esto implica que dicho mercado podría experimentar un aumento significativo que podría triplicar su valor actual. Lo que dispararía tanto las ganancias como los empleos verdes dependientes del sector, pasando de los 6 millones actuales a superar los 14.
El problema que ven, es que la mayoría de las tecnologías de las que depende Europa, a día de hoy para seguir su camino hacia la sostenibilidad, son importadas. Por ejemplo, desde China viene la mayor cantidad de paneles solares que se usan en la UE.
¿Por qué necesitamos una Ley de Industria Net Zero?
Esta ley nació en el seno de la Comisión Europea, que propuso la Ley de Industria Net Zero con objetivo ayudar a que la industria europea se fortaleciera a la hora de apostar por diferentes tecnologías de energía limpia.
La «Ley de la industria Net-Zero» establece el objetivo de que Europa produzca el 40% de sus necesidades anuales de implementación en tecnologías net-zero para 2030. Todo ello sobre la base de los Planes Nacionales de Energía y Clima (NECP).
En sus enmiendas, los eurodiputados ampliaron el alcance del proyecto de ley con el fin de abarcar toda la cadena de suministro. De esta manera se incluyeron los componentes, los materiales y la maquinaria necesarios para producir tecnologías netas cero.
También han ampliado la lista de tecnologías y propusieron una actualización de las mismas de forma periódica. Entre ellas destaca la inclusión de los combustibles de aviación sostenibles (SAF) y de las energías de fusión y fusión nuclear.
Valles industriales netos cero
La ley mantiene dos clasificaciones de proyectos. Los de fabricación de tecnología neta cero. Y los estratégicos neto cero. También pretende agilizar el proceso de obtención de permisos. Con ese fin, ha fijado un plazo de 9 a 12 meses para proyectos regulares y de 6 a 9 meses para proyectos estratégicos a autorizar.
Los eurodiputados proponen la creación de iniciativas de «Valles industriales netos cero», acelerando el proceso de obtención de permisos al delegar partes de la recopilación de pruebas de la evaluación ambiental a los estados miembros.
La financiación provendría de los ingresos del Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) nacional. Y para la mayoría de los proyectos estratégicos se haría a través de la Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa (STEP).
La legislación fue adoptada por 376 votos contra 139 y 116 abstenciones. Una vez que el Consejo haya adoptado también su posición, podrán comenzar las conversaciones sobre la forma final de la ley.
Voces en contra
En el debate que precedió a esta votación se oyeron muchas voces en contra. Un número importante de eurodiputados alegaron que incluir a la energía nuclear en esta lista es una forma de blanquearla. Y que se está cometiendo un error monumental al hacerlo.
También pusieron en duda la eficacia de los procedimientos que están detrás de las concesiones de permisos y que pretenden disminuirlos. Porque si bien reconocieron que son muy largos, acortarlos de esta forma podría ir en detrimento del mismo medio ambiente que pretenden preservar. Ley de Industria Net Zero: ¿blanquea la energía nuclear?