En plena transición energética, un país ha cubierto de negro su mar. Y todo apunta a esto es solo el principio. El Sol es una importante fuente de energía para el ser humano por su carácter renovable e inagotable. Además, se trata de un tipo de energía abundante. Según registra la web de Endesa, “si consiguiéramos recoger el 6% de la energía solar se podrían satisfacer las necesidades de energía de toda la humanidad”.
Por esta razón, el auge de las plantas de energía solar está en pleno auge a nivel mundial. La capacidad instalada global ha sido duplicada en los últimos tres años y llegó a 1 TW en abril de 2022. Uno de los principales beneficios de la tecnología fotovoltaica es que sus instalaciones se adaptan. Es posible hallar desde enormes plantas solares terrestres hasta paneles de menor tamaño ubicadas en las azoteas de las viviendas.
El tipo de energía solar menos explotado es el que involucra plantas solares flotantes, que se disponen en superficies acuáticas y emergen como una gran alternativa para impulsar la energía solar en zonas con escaso terreno disponible. Este tipo de paneles solares pueden instaurarse en cualquier superficie acuáticas: desde el mar hasta lagos, depósitos de agua potable, presas o canales de riesgo.
El mar recibe huéspedes inesperados: es el principio de una nueva era energética
En este contexto, los países asiáticos han visto en los paneles solares una nueva y eficiente forma de negocio. Según las previsiones de Wood Mackenzie, el mercado solar flotante global aumentará hasta llegar a 77 GW de capacidad instalada para 2033. Particularmente, China tiene en la actualidad una capacidad solar que excede los 700 GW, por lo que esta tendencia va en aumento.
Asimismo, le siguen por el mismo camino países como India e Indonesia, por lo que Asia tiene muchas posibilidades de liderar este nuevo sector en auge. La apertura hacia mar abierto se está viendo fomentada por la búsqueda de zonas sin limitaciones de espacio, que da lugar a la instalación de parques solares a gran escala.
Por su parte, China inició la conexión de la red eléctrica a instalaciones solares flotantes en mar abierto, como la de 1 GW en Dongying. Además, las circunstancias favorables de irradiación solar y construcción están recibiendo el apoyo de políticas gubernamentales. Otro proyecto llamativo que sigue esta línea es el de la empresa estatal Huaneng Group, que instaló la primera plataforma fotovoltaica marina resistente a las olas marinas.
Mientras tanto, España sigue con el “corazón” dividido entre quienes ven los paneles solares flotantes como una buena opción y quienes no lo hacen.
El mar se cubre de negro en China: puede ser la solución que tanto buscaba la humanidad
China ha sentado un precedente bajo este marco con el levantamiento de la planta solar más grande situada en el mar. Debido al color negro de los paneles solares, podemos acuñar que teñirá el mar de negro. Esta iniciativa ha sido gestionada por la compañía estatal CHN Energy Investment Group, conocida internacionalmente como China Energy, todo un ícono de la transición energética global.
Su rasgo diferenciador es su capacidad para integrar la generación de energía con la piscicultura, optimizando de esta manera el empleo de la zona marítima. Al ubicarse en un área marina, tiene que enfrentarse a importantes retos que han necesitado soluciones innovadoras en ingeniería y tecnología para su óptimo y sostenible funcionamiento a largo plazo.
El mar de China queda cubierto de negro: podría servir de ejemplo para otras zonas del mundo
Situada en la provincia de Shandong, dentro del distrito de Kenli, esta planta fotovoltaica solar marina es uno de los proyectos más ambiciosos del sector de las renovables. Su costa distancia a la ciudad costera de Dongying, a unos ocho kilómetros, permite una conexión eficiente con la red eléctrica nacional.
La instalación se extiende ante una superficie de 1223 hectáreas, el equivalente a la dimensión de una imponente montaña cubierta con paneles solares. Su capacidad de producción llega a los 1,78 GWh anuales, aunque en la actualidad trabaja a menor escala mientras los sistemas se ajustan y el rendimiento queda optimizado.
Para ofrecer un sostén apto para su estructura, 2934 paneles solares han sido instalados sobre pilotes de acero diseñados para resistir ante condiciones climáticas extremas y la exposición al agua salada. Cada plataforma cuenta con dimensiones de 60 metros de largo por 35 metros de ancho, garantizando estabilidad y eficiencia en la captura de la energía solar.
Si bien Asia lidera la carrera en esta cobertura del mar, otros países ya están tomando su ejemplo y explorando el gran potencial de los paneles solares flotantes. Por ejemplo, los Alpes ya amanecen cubiertos de paneles solares.




















