Hallan una mina que podría salvar a la humanidad. Se habla de 500 millones de toneladas al año durante siglos. La mina más grande de energía descubierta por la IA se queda corta al lado de lo que podría ofrecer este nuevo santo grial. En plena transición energética, el mundo está mirando hacia alternativas que antes parecían impensadas o muy lejanas.
Una de ellas es el uso de hidrógeno como fuente de energía. Los geólogos creen que el hidrógeno se genera de forma natural en grandes cantidades bajo el suelo, especialmente cuando determinados minerales ricos en hierro reaccionan con el agua.
Ese hidrógeno puede encontrarse, extraerse y utilizarse como un gran almacén de energía limpia si la búsqueda se efectúa en los lugares correctos con las herramientas adecuadas. Hasta ahora, se pensaba que el hidrógeno natural era algo raro. Era de público conocimiento que podía ubicarse en algunas formaciones geológicas sin disolver, pero las cantidades estimadas eran mínimas. Además, se preveía que el proceso de extracción era demasiado complejo y costoso para valer la pena. Sin embargo, nuevos estudios revelan que el hidrógeno podría ser justo lo que necesita la humanidad para cubrir su demanda.
La mina que salvará la humanidad aparece por primera vez en la historia: hidrógeno en toneladas
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) advierte que existen hasta 5 billones de toneladas de hidrógeno natural en la Tierra. Dado que la demanda global de hidrógeno proyectada es de 500 millones de toneladas al año, la cantidad mencionada cubriría de sobra la demanda de miles de años, según Science. Hasta aquí el pronóstico es prometedor, pero hay un devastador desafío y es que la mayor parte de estas reservar probablemente sean inaccesibles. No obstante, una pequeña parte podría ser suficiente para causar una fiebre del oro del hidrógeno blanco, ya que es más limpio que el azul y más asequible que el verde.
Cabe destacar que el hidrógeno blanco o dorado (que sería el que correspondería al encontrado en este tipo de mina) es el hidrógeno que está libre en la naturaleza y se forma a través de ciertos procesos naturales, como la reacción del agua a los procesos de serpentinización en las rocas de la corteza oceánica, la descomposición de determinadas rocas sedimentarias que contienen hierro, la electrólisis natural radiólisis) y la degasificación del manto terrestre. Por otra parte, el hidrógeno azul “nace” a partir del gas natural. El CO2 creado durante el proceso es capturado, usado y almacenado.
Asimismo, el hidrógeno verde también se extrae del agua a través de electrólisis. Usa electricidad proveniente de fuentes renovables (como energía solar, eólica o hidroeléctrica).
¿Dónde está la mina de hidrógeno que podría cambiar el curso de la humanidad?
Australia Meridional es una ubicación óptima para buscar. El estado se erige sobre un bloque de corteza cratonizado denominado Gawler Craton, cuyas minas de hierro y uranio podrían ser la antesala a las rocas necesarias para la serpentinización y radiólisis del hidrógeno. Otros hallazgos podrían ser fortuitos como el sucedido en Bourakébougou, una aldea de Mali. Realizaron un poco de agua cuando comenzó a emanar un misterioso gas. Finalmente, se descubrió la aparición de una mina de entre 46 y 260 millones de toneladas de hidrógeno blanco.
A su vez, en Lorena (Francia) buscaban metano cuando se toparon con una importante bolsa de hidrógeno natural que podría convertirse en un pozo rentable. En este contexto, una empresa española busca sentar un precedente en las estribaciones de los Pirineos, donde hay rocas marinas ricas en hierro que se elevaron cuando la placa ibérica chocó contra Francia. Hace 65 millones de años, se cerró el océano que había entre ambas. Así la compañía Helios Aragón (filial de British Petroleum y Axion) considera que las fallas de la zona canalizan el hidrógeno desde las profundidades hacia una capa de arenisca porosa a poca profundidad, cubierta por una densa lutita.
Una mina de hidrógeno podría ser justo lo que necesita la humanidad y hay diferentes ubicaciones donde encontrarla. Este contexto genera una conmoción mundial comparable con la reactivación de una antigua mina de carbón en España.




















