China levanta la «Muralla China del siglo XXI». Es tan grande, que se ve desde el espacio. Algunos la comparan con el sorprendente proyecto de la Gran Muralla Verde Africana por el impacto que genera, aunque lo único que tienen en común ambas iniciativas es su denominación.
En medio de una creciente preocupación por el avance del cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la energía solar se torna como una solución para abordar los retos energéticos y ambientales que afronta la humanidad.
Frente a esta predilección por la energía solar, China ha logrado posicionarse como uno de los líderes globales en el desarrollo y la implementación de la energía solar, jugando un papel vital en la transición hacia un futuro sostenible focalizado las energías renovables.
China construye la «Muralla China del siglo XXI»: su propósito te sorprenderá
En este contexto, China está sorprendiendo al mundo con importantes megaproyectos, especialmente en lo que tiene que ver con las instalaciones energéticas óptimas para abastecer a una industria creciente y sus más de 1.400 millones de habitantes. Los últimos años han estado marcados por el deseo de las autoridades de incrementar la capacidad operativa de sus imponentes plantas fotovoltaicas.
De esta manera, se ha consolidado como primera potencia del mundo, con 386.875 MW, el 51% del total mundial, según reporta Global Energy Monitor. En esa misma clasificación, España tiene el cuarto puesto con más de 29.000 MW, detrás de China, Estados Unidos e India. A las increíbles instalaciones ya existentes del gigante asiático ahora se suma la “Gran Muralla Solar”.
Se trata de una extensión de más de 400 km de longitud y una media de 5 km de ancho de paneles solares dispuestos en el desierto de Kubuqi, en Mongolia Interior. Teóricamente, tendrá una capacidad de 180.000 millones de kWh. Una cantidad más que suficiente para cubrir la energía demandada por Pekín, capital consumidora 135.800 millones de kWh de energía al año.
China se luce con un megaproyecto solar de 180.000 millones de kWh
El proyecto está bajo el manto de la empresa semiestatal Ordos Energy, que lleva en funcionamiento desde 2017, momento en el que se implantaron las primeras placas. La estimación es que esta iniciativa haya culminado para 2030. Su capacidad máxima de producción será de 100 gigavatios, de los cuales 5,4 ya han sido instalados y están en marcha.
Para comprobar los avances de este proyecto, se han hecho públicas las imágenes obtenidas por los satélites Landsat 8 y 9 de la NASA. Brindan una comparativa en la que se expone claramente la diferencia entre el desierto inicial y la actual extensión de paneles fotovoltaicos.
El desierto de Kubuqi, a 1.100 metros sobre el nivel del mar, es el séptimo con mayores dimensiones de China, con 17.000 km cuadrados. Ostenta un clima soleado y seco durante la mayor parte del año y su gigantesca extensión deshabitada lo transforman en una ubicación óptima para esta iniciativa.
Debido a esa misma localización, los técnicos de Ordos Energy tendrán que trabajar en estrategias a largo plazo que protejan los paneles solares de las temperaturas extremas (que varían entre los 40,2ºC y los –34,5ºC), las frecuentes tormentas de arena y la presencia constante de polvo en suspensión.
El espacio elegido por los expertos está en el extremo norte del desierto, en una larga y estrecha franja de dunas al sur del Río Amarillo, entre los municipios de Baoutou y Bayannur. Contempla un terreno llano y cercano a centros industriales. La energía creada por el proyecto de China no se quedará solo en la región de Dalad.
Ya se está trabajando en una línea eléctrica de elevada tensión para transmitir hasta 48.000 millones de kWh al año a la zona de Pekín-Tianjin-Hebei, más poblada y necesitada de energía verde. La producción de electricidad no es el único objetivo de esta instalación. Otro es que la instauración de paneles solares evite la erosión del suelo y baje el ingreso de sedimentos del Río Amarillo.
China levanta la «Muralla China del siglo XXI». Es tan grande, que se ve desde el espacio y muchos la comparan con esta Gran Muralla China de paneles solares azules.