Gracias a los datos aportados por Red Eléctrica de España y por ENTSO-E, que es la red europea, se ha confirmado que la aportación de energía renovable no alcanzó niveles récord de producción o de ingreso al sistema el día 28 de abril, cuando se produjo el apagón.
Por otra parte en el informe se explicita que en 41 horas del mes de abril las renovables han superado el 80% de la generación, es decir, que fueron mayoritarias durante casi dos días seguidos y no hubo registro alguno de incidentes.
El apagón del 28 de Abril tuvo otras causas, por más que muchos se empeñen en echarle la culpa a las renovables y aprovechen la oportunidad los nostalgicos de los combustibles fósiles (causante del cambio climático) y las nucleares (que se desmantelarán si o sí entre 2027 y 2033).
El informe del ‘Observatorio de Energías Renovables’
Las energías renovables se mantuvieron por debajo de sus máximos durante el pasado lunes 28, cuando se produjo el apagón total del país, tanto en su volumen de generación como en su nivel de aportación al sistema eléctrico. Además, su peso en el conjunto era inferior al que se estaba registrando a la misma hora en países como Alemania.
Así lo pone de manifiesto un informe del Observatorio de Energías Renovables de Foro Sella. Bajo el título «¿Hubo exceso de renovables antes del apagón?», el documento analiza datos de Red Eléctrica y de la Red Europea de Operadores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E, en inglés) y responde de forma contundente: «No».
De esta forma, descarta que en el momento del apagón se estuviera produciendo demasiada energía de las fuentes verdes, especialmente de solar y eólica.
Según el informe, en la hora de la incidencia las fuentes renovables aportaban el 82,3% de la producción peninsular española, por debajo de Grecia (87,7%) y de Alemania (84,5%). Si solo se tienen en cuenta la solar y la eólica, la imagen es similar. Pero hay una diferencia significativa en el caso específico de la solar: en Alemania estaba generando el 73,3% de su mix, más de 13 puntos por encima de España (60,2%).
El análisis del Observatorio también indica que las circunstancias no fueron extraordinarias para las renovables. La punta renovable del día había alcanzado los 27.028 MWh, todavía lejos del máximo horario anual que se registró el día 16, con cerca de 29.500 MWh. En cuanto a la fotovoltaica, tampoco estaba en récord: su máximo del día estaba en 18.277 MWh, frente a los más de 19.000 conseguidos los días 21, 23 y 25 de abril
Antecedentes
El informe subraya que superar un 80% de generación renovable, como ocurría en el momento del incidente, no era un hecho extraordinario, puesto que ese nivel se ha superado en 41 de las 2.076 horas transcurridas en el año. Es decir, han sido casi dos días completos.
Se da la circunstancia de que todas esas horas se localizan en abril, concretamente los días 16 y 17 y del 21 al 24, sin que se hubieran producido incidencias en el sistema eléctrico. Por encima del 75% se han situado en 189 horas, el 9,1% del total del periodo.
En cuanto a la solar, el conjunto de fotovoltaicas y térmicas generaban a las 12:30 el 59,7% de la electricidad peninsular, pero ya habían superado el 60% en diversas horas a lo largo de los días 21, 23, 24 y 25 de abril. Precisamente en este último se marcó un récord del 63,5%.
El modelo actual debe ser reforzado
«Las renovables tuvieron un peso elevado en la producción durante la mañana del 28, pero no era algo excepcional, porque ya se habían alcanzado cifras superiores con normalidad. Los datos reflejan que las renovables pueden alcanzar niveles muy altos de aportación sin poner en riesgo el sistema eléctrico, como estamos viendo en otros países.
Tenemos el ejemplo de Alemania, un país con gran protagonismo de la fotovoltaica, pero también el de Grecia», explican.
«La respuesta a la crisis debería ser reforzar nuestro modelo energético actual, con un plan que haga frente a los retos del sistema. Por ejemplo, revisar los requisitos técnicos de operación y los dispositivos de control, invertir más en redes interiores y en conexiones internacionales o acelerar la implantación de baterías, entre otras medidas.
Se trata de garantizar la incorporación de las nuevas fuentes de la forma más adecuada para avanzar con seguridad en los objetivos de transición energética«, aseguran.